Susana juguetona, ¿buena o mala?
Fecha: 28/04/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cerrados, y yo agarrando con mis manos su culo para así notar como su coño temblaba, sus muslos eran una tiritona total y su cueva volvía a escupir su liquido blanco a través de las paredes del condón, por lo que la deje que descansara un poco, para que estando en dicha posición pudiera sentir el grosor de algo que le encanta a toda mujer, un hombre duro dentro de ella, con ganas de darle más sexo del bueno y encima esperando a que ella se recuperara de sus orgasmos bestiales que tenía.
Me salí de su vagina y la dejé tumbada boca abajo. Quería realmente romperle el culo pero ahora lo que hice fue azotar su precioso trasero suavemente, para no hacer que se enfriara su pasión sexual, y con los azotes suaves pero subiendo el grado de dolor en sus dos caras del trasero, la oí que volvía a gemir y a maldecir por no dejar que descansará, y abriendo su piernas con mis rodillas deje que su coño se aliviará un poco del calor interno que manaba de su volcán para así meterle no mi polla que le había quitado el condón, sino para meter mi mano. Bueno, primero empecé con dos dedos y noté como entraban muy bien, para empezar a follar rápidamente.
Al estar Susana muy excitada y muy mojada, ayudó a que metiera un tercer dedo, mientras con la otra mano mía le masturbaba su clítoris y ya note como su cuerpo empezaba a moverse como si estuviera siendo follada, por lo que aceleré la entrada y salida de mis dedos en su volcán ardiente, por lo que notando que sus músculos vaginales se ...
... dilataban, metí un cuarto dedo, que ya notaba una buena presión, pero ella no paraba de decirme que no parará de follarla, cosa que no iba a hacer, y follando con mis cuatro dedos su coño rápidamente mientras la masturbaba con mi otra mano, ella se agarró a las sabanas de la cama, casi mordiendo la almohada y yo seguía en mi labor de sacar a la perra caliente que había dentro de ella, por lo que en cuanto estuvo a punto de tener su orgasmo, fue cuando metí mi dedo pulgar y de un solo empuje conseguí que hasta mi muñeca fuera tragada por su dilatado coño.
Susana no podía hacer nada, solo gozar, solo chillar, solo gemir, y su cuerpo empezó a vibrar, a temblar, a no parar de moverse, sabía que le había producido uno de los orgasmos más bestiales en su vida. Por lo que poco a poco fui sacando mi mano, oprimida por su cavidad vaginal, sus músculos que estaban en plena tensión por su fuerte orgasmo encadenado. Y la dejé que recuperará un estado tranquilo, mientras me deleitaba viendo como su cuerpo, todo, temblaba.
Al cabo de un rato, ella ya estaba recuperada pero destrozada y me dijo si esto lo hacía con todas las mujeres con las que tenía encuentros, por lo que le dije que no todas las mujeres aceptan que le metan una mano, y que solo lo hago con las perras que sin decirme nada quieren comprobar de que son capaces con un hombre por sorprenderlas y por follarlas bien. Susana me indico que nadie la había metido nunca una mano y que la verdad, le encanto, pero que necesitaba ...