1. Los sueños de María (Parte 2)


    Fecha: 28/04/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ninfomaniaca21, Fuente: CuentoRelatos

    Un día más María estaba deseosa de sexo, su marido llevaba una semana sin tocarla, su semana del periodo era la peor, y ella andaba caliente a todas horas. Por fin la odiada menstruación se fue y pudo tener sexo con su marido, pero lamentablemente, fue demasiado rápido, lo disfruto mucho, sí, pero necesitaba más. Su cuerpo se durmió esperando más sexo, más placer.
    
    María cerró los ojos en su cama, aun sentía el semen de su marido en su interior caliente, y con el pensamiento de tener más semen en su cuerpo se quedó dormida, y empezó a soñar.
    
    Un día más de gimnasio, tras una clase en la que quemar toda la energía María necesitaba una buena ducha, estaba tan cachonda, que empezó lavándose y acabo masturbándose metiéndose los dedos y frotándose con fuerza el clítoris hasta alcanzar un intenso orgasmo, estaba cachondísima, no había sido suficiente, mientras se vestía y recogía sus cosas pensaba en llegar a casa y volver a tocarse.
    
    Al salir del vestuario paso por la zona de máquinas, era verano, y María solo llevaba una minúscula falda blanca con vuelo que se movía al caminar dejando ver su culito redondo y terso, una camisa sin mangas que, quizás le estaba algo pequeña, pues los botones que estaban a la altura de sus enormes tetas iban a reventar, y sus sandalias de tacón hacían que su cuerpo con buenas curvas fuera todo un espectáculo. Los hombres que allí estaban ejercitándose no podían dejar de mirarla mientras pasaba, pero no todos se conformaban con mirar
    
    H1: ...
    ... Dioss que culazo!!!... Enterraría mi cara en el!
    
    H2: Yo te iba a enterrar otra cosa en ese culo delicioso!!
    
    H3: Te va a reventar la camisa preciosa, déjanos ver esas tetazas enormes!!
    
    H4: yo te arrancaba la camisa de un mordisco y te comía entera!!
    
    María al oír todos aquellos comentarios no pudo evitar ponerse aún más cachonda, notaba como su coño vibraba y se mojaba, el tanga negro y minúsculo que llevaba bajo su minifalda estaba totalmente empapado y sus pezones duros como piedras de la excitación. Los hombres que allí había no eran los más musculosos que había visto, pero estaban muy bien, atléticos, morenos, sudorosos, y querían meter su cara entre sus tetas y su culo. Uno de ellos le cortó el paso poniéndose frente a ella.
    
    H1: ¿Por qué no te quedas con nosotros a hacer algo de ejercicio guapa?
    
    María: Yo acabo de terminar, ya he hecho ejercicio.
    
    H1: ¿y no querrás quedarte con nosotros a hacer un poquito más?
    
    El resto se fueron acercando rodeando a María, ella excitadísima se mordía los labios, ¿Cómo sabrían sus pollas?, ¿estarían ricas?, podría comérsela a todos allí mismo, si se lo pidieran se arrodillaría y mamaria todas aquellas pollas erectas que estaba viendo bajo sus pantalones de deporte
    
    H2: ¿no contestas?, se ha quedado muda
    
    H3: ¿son nuestras pollas lo que miras relamiéndote?, ¿te gusta comer pollas?
    
    H4: Mírala que cara de vicio, seguro que está deseando arrodillarse aquí mismo a comerse cuatro pollas para ella solita, ¿verdad?
    
    Y ...
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