Años esperando este momento (Parte 1)
Fecha: 08/05/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos
... besamos apasionadamente durante un breve lapso, firme pero no desenfrenado. Me encantaba cómo besaba, y la electricidad que corría por mi cuerpo al tenerlo cerca. Al separarnos, nos sonreímos con complicidad, y nos acomodamos en el sillón con unas cervezas.
Allí en su sillón, con música de fondo, hablábamos y nos reíamos con la comodidad de quien conversa con alguien cercano. Cada tanto las manos de Agustín me acariciaban el muslo o el cuello, pasando su mano también por mi pelo (cosa que me encantaba).
Luego de un rato de charla, empezó a subir la temperatura en el ambiente, comenzamos a besarnos apasionadamente, mientras nuestras respiraciones se agitaban. Sus manos comenzaban a irse por mis pechos, pequeños pero lindos y firmes. De pronto me subí encima de él, mientras él continuaba sentado en el sillón. Continué besándolo con urgencia, mientras lentamente movía mi cuerpo por encima de su jean, sintiendo su pene duro contra mi vulva. Me sentía cada vez más mojada, y sus manos se iban a mi culo por debajo de mi vestido. Empezó a tocarme por encima de la tanga, haciendo que mis ganas de sentirlo dentro de mí aumentaran. Cada vez más agitados y calientes, nuestros cuerpos se entendían. La química era innegable.
Comencé a acariciarlo por encima del pantalón con mi mano, apretando suavemente, mientras miraba de cerca su cara de placer que me encendía cada vez más.
-No puedo creer que finalmente hayas venido -me dijo entre suspiros de placer
-Créelo porque aquí ...
... estoy -Le respondí mientras bajaba el cierre de su pantalón y su bóxer
Bajé un poco sus prendas para agarrar su bellísimo pene bien duro. Tenía una verga realmente hermosa. Estética, de un tamaño ideal, tan linda que se me hacía agua la boca. Todo su cuerpo me encantaba, tenía un cuerpo atractivo, con buena musculatura pero no demasiado trabajado. Firme y atlético, pero no el cuerpo de alguien obsesionado con el gimnasio. Un equilibrio que me fascinaba.
Comencé a masturbarlo mientras seguía encima de él con mi boca muy cerca de su boca. Mirándolo de manera sugerente lamí mi mano, y luego de mojarla la llevé nuevamente a su miembro. Al sentir esa humedad dejó escapar un leve gemido.
-Cómo me gustas -dijo
Sin responder, con la parte superior de mi vestido bajo, dejando a la vista mis tetas que él había estado tocando, me paré frente a él y me agaché para sacarle su jean y su bóxer. Él sacó sus zapatillas y medias ayudándose de los talones. Saqué también su remera.
-Ven, sácate esto tú también -dijo mientras me retiraba el vestido por encima de mi cabeza.
Quedándome sólo con mi tanga de encaje negra, y mientras él me miraba embelesado, me agaché a sus pies agarrando su verga con mi mano y comenzando a chuparla.
Primero le pasé la lengua de abajo hacia arriba, llegando al glande. Jugué un poco con sus testículos, los lamí y apreté suavemente, mientras miraba como Agustín suspiraba y tiraba su cabeza hacia atrás, disfrutando. Me metí el pene en la boca y con ...