El regalo: Un antes y un después (Vigésima quinta parte)
Fecha: 09/05/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... –continué– caricias y besos con una compañera del colegio. ¡Me gustó! Aprendíamos las dos, esperando no parecer inexpertas ante nuestros primeros encuentros con los vecinitos más grandes de nuestro barrio, los que nos seguían viendo como un par de niñas, a pesar de que nuestros cuerpos habían empezado a madurar y querer probar. Y siempre me quedó cincelada en la memoria, aquellas tardes en las que a escondidas de mis hermanos y mi madre, en vez de estudiar matemáticas, nos acariciábamos las dos en mi habitación. Ella a mí costado en la cama, disfrutando el agitar de sus dedos en su rosada y virginal abertura. Yo la miraba mientras seguía sus indicaciones, efectuando aquellas íntimas caricias en la hendidura mía, pero con muchas ganas de ser yo quien se las prodigara. Nunca lo hice, pero sí que lo quise.
—Es muy normal Silvia, creo yo. Aprender a conocerse, explorar tu cuerpo y entre ustedes las mujeres es algo demasiado común. —Dije yo, terminando de un sorbo, mi taza de café. Y Silvia prosiguió pero ya volviendo a ese reciente presente.
—No te voy a mentir Rodrigo, me encontraba muy excitada ya que en la discoteca de Francesco, la rumba era total. Las parejas y hombres se gozaban la noche bailando, bebiendo, brincando y… Antonella estuvo todo el tiempo a mi lado, tan pendiente. Es una mujer muy divertida y entre tanta música y festejos, más alguna que otra copa de un cocktail delicioso y otra canción bastante frenética, me besó. Sí, me gustó aquel beso. —Y de un solo ...
... sorbo, agoté el ardiente licor.
En el video estaba ella, con su melena rizada e iluminada en todo el centro por multitud de focos, la gigante pantalla a su espalda, las manos muy juntas y sus uñas extremadamente largas, sosteniendo entre ellas el decorado micrófono. Y entonando por supuesto… «I Still Haven't Found What I'm Looking For». Mi vida yacía tranquilizada en el suelo y entre mis piernas.
—Aunque en un comienzo, sorprendida por aquel íntimo gesto me cohibí. Después al ver a todas esas parejas de hombres con sus exóticos disfraces de mujer, con barba y bigote, besándose con otros, liberados de beata mojigatería, me fui excitando. También contribuyó al sensual espectáculo, ver como Francesco se comía literalmente la boca de su novio Doménico y en las mesas contiguas, las mujeres jóvenes y otras ya no tanto, manifestando tanto amor para con sus novias, yo… Yo acepté dar rienda suelta a los tímidos escarceos de Antonella y nos entraron las ganas de llegar a más. ¡Perdóname! —Y me serví otra copa llena de aguardiente y girando el tronco, se la ofrecí.
—¡Está bien! Demos un trago a esto, porque presiento que será fuerte escuchar lo que se viene. —Le respondí yo, bebiendo de un solo envión y devolviéndole su copa en un instante.
—Pero sin embargo mi vida, yo no dejé ni por un solo momento de tenerte en mis pensamientos. Recordé las noches en que abrazados en nuestra cama, mirábamos al principio distendidos las pelis de porno y en algunas de aquellas escenas, luego ...