1. Confesión real de un profesor - sexo entre profe de 36 y chica de noveno


    Fecha: 06/06/2018, Categorías: Hetero Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues

    Prefacio ¯¯¯¯¯¯¯ Esta es la historia de la mejor experiencia de mi vida. Puede que resulte un poco larga, pero sé que habrá un puñado de público que la aprecie, como ha resultado con algunos de mis cuentos. Hay personas que gustan de leer una historia bien contada que, aunque sea un relato erótico, sea algo más que una descripción lineal y tosca de acciones. Por eso, a esa selecta porción de lectores les regalo hoy la primera historia REAL que publico. A los amantes de las preteen, espero de corazón que les fascine. Capítulo 1 – Natalia ¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯ Todo empezó por un proyecto que me inventé en un colegio al que acababa de entrar a trabajar. Yo no quería ser el típico profesor que pasaba sin pena ni gloria y que después de irse, nadie recordara. Eso era todavía más difícil si uno se adjuntaba a la empresa cuando el año ya había avanzado. Así que me puse pilas a trabajar. Como se avecinaba la semana de ferias, me propuse a hacer mi propio proyecto relámpago. Por aquél entonces, el video en 3D casero todavía era algo muy novedoso. Se me antojó hacer una demostración de cómo hacer video anaglifo con cámaras normales, y para llamar la atención, poner en escena a una muchacha bien bonita, bailando seguramente. Pero la búsqueda no fue fácil. El colegio estaba, obviamente, lleno de mamasitas que sabían bailar, pero ninguna quería comprometerse tan avanzadas las fechas. Fue cuando apareció Natalia: - Profe, y el video ¿tiene que ser de baile? ¿no puede ser de gimnasia, digamos? ...
    ... nunca se me había cruzado por la cabeza. - ¿Tú haces gimnasia, mi amor? Sé lo que están pensando. Decirle “mi amor” a una estudiante. Pero yo siempre lo hice, y nunca nadie dudó de lo fraternal que sonaba. - pues también bailo bien, pero se me da mejor la gimnasia. Yo quiero aparecer en el video, pero quiero salir haciendo gimnasia. Hecho. Desde ese momento en adelante, las cosas marcharían siguiendo un guión escrito por el universo. Lo que otras personas gustan de llamar “voluntad de Dios”, porque se cumple sí o sí. Solo que, con un grado más de madurez: la conspiración del universo está más allá del bien y del mal. Y, siempre queda el albedrío para que los fulanos en cuestión decidan qué camino cursar. La vida, cumple con poner todo en bandeja de plata. Natalia era un bizcochote de muchachita de 14 años, de esas que uno, así tenga 36, sueña con haber tenido de novia a esa edad. Pero también cumplía con el otro requisito, ante los ojos de hombre con que uno fue dotado - ¿o maldecido? - Natalia inspiraba sexo. Por lo general, las niñas de colegio de grados octavo a undécimo, inspiraban fantasías de un corte a la vez. Románticas o sexuales. Pero Natalia era una deliciosa rareza que inspiraba ambas. Claro que, no me di cuenta del sexo que inspiraba hasta que entró al aula múltiple, donde yo la esperaba con el equipo de audiovisuales, y empezó a quitarse el uniforme. Sí, lo que se están imaginando es lo mismo que me imaginé cuando ella entró, cerró la puerta y se desabrochó y ...
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