1. Veranito caliente


    Fecha: 17/05/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... Me encanta mirarte mientras te siento. Me pides que me adentre en ti. Tus codos rozan mi abdomen, te cojo por ellos y te penetro poco a poco, me sientes zambullirme dentro. Sigo amasando tus pechos y jugando con tus pezones, y no paro de entrar y salir; puedes oírme jadear cada vez más fuerte tras de ti, a la vez que observas mi mirada en el espejo, devorándote más y más.
    
    Disfruto sintiendo tu cuerpo mojado deslizarse con el mío, dejándome llevar por mis sentidos y mi deseo, acelerando cada vez más el ritmo de mis embestidas, pero sin dejar que mi cadencia me haga derramarme dentro de ti. Tus gemidos me hacen ir perdiendo la consciencia de mis actos, aunque yo quiera evitarlo. Estoy a punto de dejar que mi inteligencia ceda ante mis instintos, pero por un momento puedo contenerme.
    
    Hago un enorme esfuerzo para evitarlo, pero no estás dispuesta a aceptar mi retirada ahora, así que continúas con tus cadencias, exprimiéndome, como enloquecida, hasta hacer que mis piernas tiemblen de placer y tu cuerpo se una con el mío en un orgasmo.
    
    Nuestros jugos chorrean por tus muslos y tus piernas y se mezclan con la corriente de agua que continúa saliendo de la ducha. No quiero dejar de abrazarte ni de sentirte, quiero estar así, eternamente...
    
    Me tumbo en la cama tras el almuerzo. Le debo horas de sueño a mi amigo Morfeo, y con intereses, aunque creo que él sabrá fiármelas. Mientras tanto, te refrescas bajo la ducha y tarareas divertida una canción. El ruido del agua y tu voz ...
    ... sugerente me relajan, aunque no me dejan conciliar el sueño. Sigo escuchándote cantar bajo el agua y no puedo dejar de pensar en ti.
    
    Empiezo a pasar de la vigilia al sueño, pero tu presencia en la habitación me sacude de mi estado. Ya sé que no vas a dejarme dormir; sinceramente, me resigno a renunciar a gozar de ti ahora y prefiero no sucumbir al cansancio. Mi deseo por ti es demasiado grande para dejarlo morir ahora.
    
    Te sientas en el borde de la cama, disimulada y a la vez vanidosa, tan sólo envuelta por tu toalla. Me hago el distraído, pero no puedo dejar de apreciar tu esencia, mezcla de aroma de mujer y gel de baño; es una combinación deliciosa. Decides hacerte notar y te acomodas algo más adentro de la cama. Sigo intentando resistirme a tus encantos.
    
    Has dejado el peine sobre las sábanas a la altura de mi mano derecha. Es tu manera de solicitar mi ayuda y la oferta es demasiado tentadora para rechazarla. Me incorporo y me acerco a tu espalda; no quiero rozarte todavía. Te aproximas a mí un poco más, tu espalda apenas dista de mi pecho. Tu perfume embriagador, tu piel húmeda y la visión hermosa de tu nuca, de tus hombros, tus brazos y tu nuca avivan mis sentidos. Apenas puedo oír tu respiración y sentir tus palpitaciones junto a las mías. Te acercas un poco más. Puedo adivinar una sonrisa en tu rostro, alegre y maliciosa a un mismo tiempo.
    
    Me encanta pasar mis manos por tu cuerpo y rozarlo con mis dedos a la vez que desenredo tu pelo. No puedo evitar cogerte ...