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Veranito caliente
Fecha: 17/05/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... por la cintura y besar tu cuello, tus hombros y tu pelo. Te aprieto contra mí mientras te desprendo de la toalla. Mis dedos buscan la seda de tus pechos. Disfruto amasándolos, estrujándolos suavemente y gozando de su tacto divino mientras mis dedos juegan con tus pezones. Mi lengua y mis labios se deleitan con tu cuello y tus hombros, y recorren tu espalda y tus brazos. Entretanto, empiezas a notar la turgencia de mi falo en tu espalda baja. Mis manos bajan por tu vientre hasta tus muslos, y se adentran poco a poco entre ellos. Tu excitación aumenta considerablemente, la mía también. Decido hacerte sufrir un poquito más. Me incorporo y me coloco a la altura de tus rodillas. Te miro a los ojos mientras te separo las piernas para poder devorar tu sexo. Chupo tus muslos y me acerco poco a poco a su centro. Humedezco mis dedos y separo tus labios, me zambullo en ti. Tus manos acarician mi cabeza mientras pretendes dirigir mi ritmo. Intensifico la velocidad y el movimiento de mi lengua; es como si te penetrara. Un gemido de placer escapa de tu boca y te tumbas sobre la cama. Mis manos masajean tus pechos y mis dedos pellizcan tus pezones delicadamente, a la vez que mi boca y mi paladar se emborrachan del sabor de tu sexo. Tu clítoris se estimula cada vez más al contacto de mi lengua y mis dedos. Mis lengüetazos te pierden y tus muslos me aprietan. Estás sedienta de mí, puedo notarlo. Te ayudo a levantarte y ocupo tu lugar tendido en la cama. Te sientas sobre mí a ...
... horcajadas y tu sexo se roza con el mío ligeramente. Me pasas las manos por los párpados y cierras mis ojos por unos momentos. Frotas tu cuerpo con el mío, tu pecho y tu sexo contra los míos, te siento cada vez más intensamente. Tu pelo me acaricia la cara y tus labios se funden con los míos. Anhelo estar dentro de ti. Con tus manos me liberas de la ropa interior y al hacerlo sé que sonríes lasciva. Siento tus pechos rozándome a la vez que tu pelo acaricia mi cuerpo. Tu lengua humedece un poco mi miembro mientras subes por mi abdomen y mi pecho hasta llegar a mi cuello y posar de nuevo tus labios en los míos. Abro los ojos y tu mirada y tu boca me reciben generosas y sugerentes. Enhiesto, acerco mi tersa turgencia al humedal de tu ser y me deslizo entre tus muslos. Una excitante sensación se expande con la ola de tu piel acariciándome en cada acometida. Tu ritmo se hace cada vez más rápido y cadencioso y mi deseo sexual es cada vez mayor. Intento degustar el néctar de tus pezones, pero te los tapas con tus brazos; sin embargo, tus codos quedan a mi merced y me tomo la venganza besándotelos y mordiéndolos dulcemente. Ya no impides que me aproveche de tus pechos. Los recorro mientras mis manos aprietan tus nalgas y tu cadencia es más intensa y profunda. Te incorporas colocando tus manos sobre mi pecho. Sujeto tus manos mientras siento el placer que se agita en tu espalda. Necesito sentirte aún más. No quiero parar y quiero llenarte hasta rebosar. Tu cuerpo tiembla sobre mí y ...