1. De Barcelona a La Coruña, 4 pollas para mi sola


    Fecha: 18/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Hace dos semanas en una cena con unos amigos discutíamos sobre hombres y mujeres, sobre si somos fáciles o difíciles, que si un hombre solo piensa con su pene y que si la mujer es más fría, de ahí salió una apuesta difícil de demostrar, ¿son los hombres unos depredadores sexuales? ¿Son las mujeres unas calienta pollas que a la hora de la verdad se cruzan de piernas? ¿Son cazadores o somos nosotras las que cazamos a los hombres? ¿Son tímidas o putas las mujeres? ¿Qué pasaría si una mujer intencionadamente va enseñando sus bragas en el tren, en un tren coche cama con toda la noche por delante? Y si esa mujer aparte de enseñar las bragas se le insinúa sutilmente con la mirada a un hombre, solo con la mirada ¿qué hubiera pasado?, ¿Podría una mujer follarse a unos desconocidos solo insinuándose? ¿A cuántos en una noche? ¿Y si fuera lo contrario, si fuera un hombre el que se dejara desear, el que se insinuara? ¿Depredadores o depredadoras? ¿Cazadores o cazadoras?
    
    Muchos de mis amigos dijeron que no pasaría nada, otros que casi nada y otros que todo, bien pues hoy yo tengo la respuesta, porque a mí también me quedo la duda, a mí también me asaltaba la duda de que hubiera pasado y os confesaré que tengo la respuesta, ya que la semana pasada hice mi primer estudio de campo, un estudio muy satisfactorio e de confesar, escogiendo una ruta de tren, una de las más larga 12 horas de tren nocturno, 12 horas para demostrar a unos y ratificar a otros lo mucho que nos gusta el sexo, a ...
    ... todos, sin excepción de edades, razas, credos o sexos.
    
    Blusa azul con dos botones desabrochados dejando ver parte de mi sujetador blanco de encaje, botas altas con algo de bacón por encima del pantalón vaquero blanco muy apretado, una goma ataba mi melena rubia acabando en una cola de caballo, poco maquillaje, lo justo para un viaje nocturno y con una bolsa de viaje pequeña me presentaba a las ocho de la tarde en la estación de Sans en Barcelona para coger el coche cama para La Coruña, mi presencia no pasaba desapercibida, notaba como los hombres se giraban a mi paso, me sentía observada por todos ellos incluso podía oír algunos de sus comentarías algo soeces.
    
    Con paso firme hice mi presencia en mi camarote, un pequeño habitáculo eso si muy bien repartido, una buena cama e incluso un aseo propio, deje mi bolsa y me dirigí a la cafetería del tren, allí empecé mi pequeña investigación y no tarde mucho en tener a mis primeros pacientes por decirlo de una manera suave, dos hombres con cervezas en la mano no paraban de mirarme, fijándose en mis pechos a ver si por casualidad podían ver algo más que mi sujetador, había otro más joven que me miraba de reojo con un libro en la mano y la verdad que muy guapo, pero acompañado, su novia sentada a su lado le daba algún que otro mimo, también un señor mayor, ya entrado en años, posiblemente los 65 no los iba a cumplir más, pues bien este buen señor no quitaba el ojo de mis pantalones, la sensualidad de mi figura dentro de esos pantalones ...
«1234...7»