1. De Barcelona a La Coruña, 4 pollas para mi sola


    Fecha: 18/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... apretados, unos glúteos bien duros y redondos, le notaba muy excitado tanto que se podía ver un bulto por debajo de su pantalón.
    
    La verdad que salí solo para tomar una coca cola y tomar contacto con los hombres que viajaban antes de cambiarme y ponerme el vestido corto y tan apretado que me había traído, tan siquiera hizo falta enseñarle las bragas, tan solo me acerque a él y podía sentir como sus ojos acariciaban mi cuerpo, debido al gentío en el vagón pude apretar mis glúteos contra él, darme la vuelta con cuidado y sentir su polla erecta contra mi vulva, solo tuve que hacerle un gesto, una mirada y al minuto salía detrás de mí sin haberme dicho nada todavía, sin apenas cruzar una palabra con él estábamos en su camarote comiéndonos a besos, no había tardado más que una hora y ya estaba con un hombre.
    
    Tumbado en la cama le lamía una polla enorme para un hombre de su edad, mi braga empapa por la excitación y con los pantalones a medio quitar, metía y sacaba su polla de mi boca, la intención era hacerle una mamada y nada más, pero era demasiado impetuoso, demasiado caliente y a mí me estaba poniendo más y más caliente cuando se levantó y de rodillas detrás de mí me besaba el cuello y mi espalda a la vez que me quitaba el sujetador apretando mis pechos con fuerza y pellizcando mis pezones, su polla se clavaba continuamente contra mis pantalones, queriendo entrar entre mis muslos y penetrar por mi rajita.
    
    Como decía no tenía previsto follar con él, pero sus manos se ...
    ... habían adelantado a las mías demasiado lentas para sujetarle, tumbándome boca abajo en la cama tiraba de mis pantalones bajándome con ellos también la braga, demasiado lentas mis manos o quizás no quisieron tan siquiera hacer el esfuerzo, el caso es que con mis pantalones y mis bragas en las rodillas ya me estaba metiendo su polla en mi vagina, sentía como me penetraba mientras yo buscaba un preservativo en mi bolso.
    
    Sus manos no paraban de recorrer mis pechos hasta hacer que me subiera a cuatro patas y como a una perrita recibía su polla dentro de mí con sus manos acompañando mis caderas hacia delante y hacia atrás, empezaba a sentir la ferocidad de sus embestidas, empezaba a gemir y no por engañarle sino porque de verdad me estaba follando tremendamente bien, con el preservativo todavía en la mano sin haber tenido oportunidad para ponérselo, saco su polla a toda velocidad y empezó a eyacular en mi espalda.
    
    Una hora más tarde salía de su camarote en silencio tras dejarle dormido como un niño en la cama, estoy segura de que nunca olvidara este viaje, pero sigamos mi historia, ya en mi camarote me aseaba y cambiaba de ropa, había sido un buen precalentamiento, pero ahora si iba de caza, a la caza del hombre, con un vestido negro tan corto que tenía que írmelo bajando a medida que andaba, unos zapatos de tacón altos y un pequeño tanga de color blanco casi y sin él casi, transparente.
    
    Me acerqué nuevamente al coche cafetería y me pedí un gin-tonic, salvo el chico joven y ...
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