1. Aceptación


    Fecha: 29/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos

    ... después que los “niños” (así les decimos, pero ya están grandes) se subieron a sus recámaras. Él abrió una cerveza y yo puse una película XXX. “Conseguí ésta para ver qué cosas nuevas aprendemos”, le dije quitándome la bata, abrí la de él y me senté en sus piernas. Se le empezó a parar cuando empezó a ver la acción en la pantalla. “¡Así de rico mamas tú, Mar!”, dijo acariciándome las chiches. Después, en la siguiente escena, el galán le chupó las nalgas y el culo a la señora, quien no dejaba de poner la cara de placer, la cual cambió por una de sorpresa al sentir en su culo la súper verga del macho, pero después de unos gestos, cuando las bolas del galán le golpeaban las nalgas, la cambió por otra de placer. En unos minutos más de “chaca-chaca” la toma a la cara del galán mostraba que, a todas luces, él estaba eyaculando. Cambió la toma y se veía como salía la vergota del ano, dejando un boquetote por el que salía leche en chorros. “Eso quiero hacerte otra vez, Mar, ¡tienes unas nalgas que se antojan para cogerte por allí!”, me dijo metiendo su mano entre mis nalgas.
    
    La verdad, yo también estaba muy caliente, pero me acordé cuando me dio por allí y, en lugar de negarme, le dije “¿Te fijaste que él le chupó la panocha y el culo antes de metérsela?, hazlo así, mi rey, gánatelo”, le dije. “Es que tu panocha huele mal y así sabe también”, contestó haciendo un mohín de disgusto y seguimos viendo la acción hasta que terminó.
    
    Al acostaron le dije “Quiero que me cojas como ...
    ... quieras, pero antes hazme venir con tu boca en mi vagina, así como yo cuando te mamo la corneta” le dije yéndome hacia su verga y se la empecé a mamar hasta que se vino. Más tarde, cogiendo de cucharita, quiso metérmela por el culo y me retiré. “¡Perdón!, se me fue chueco”, se disculpó, yo me levanté para hincarme dejando mi panocha en su cara “Chupa, que tu lengua se vaya por allí”, le dije. Él volteó la cara evitando que mi monte tocara su boca. ¡No!, mejor sigamos cogiendo” dijo acomodándome sobre de él, penetrándome riquísimo. Nos venimos mucho y terminamos escurriendo de sudor.
    
    Esa noche, y los días siguientes cogimos, conté ocho ordeñas, dos biberones y una rusa, pero lo más que logré fueron un par de besos en mis nalgas, ¡qué diferencia con mi amante, quien me besa y me chupa toda! No, de lo demás no me quejo, mi marido me coge muy rico y lo amo, además de que cada vez da más semen y eso le gusta a mi nene pues “el atole se hace muy rico con tus venidas”, me dice mi amante y sí, debe ser cierto, ya que me vengo mucho cuando mi marido me coge. Ni modo, quise darle otra oportunidad a mi esposo, pero él eligió seguir con cuernos.
    
    El martes, después de darles de desayunar a mis críos y que se fueron a la escuela y al trabajo, respectivamente, yo me vestí lo más simple y con prendas fáciles de quitar, quería aprovechar el tiempo al máximo. Así fue, pues apenas llegué al departamento de mi amante, nos desvestimos mutuamente y empezamos a amarnos: le di una entrada de tetas ...
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