1. Lucha de poder


    Fecha: 08/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: SebastianYLN, Fuente: CuentoRelatos

    Llegué tarde a la convención de la rama en donde trabajo. Dando mi ronda vi muchos colegas ya ostentando sus barrigas criadas a son de cerveza y comida chatarra. Dentro del bullicio pude notar una feminidad conocida. Era Patricia la chica practicante que la firma donde trabajaba contrato una década atrás. Yo era un abogado con suficiente experiencia para ya no ser llamado novato cuando ella comenzó así que me la dieron de ayudante en un caso que trabajaba. Aunque siempre he estado atraído a mujeres mayores ella tenía algo que siempre me atrajo. Tenía gran personalidad y siempre tenía ocurrencias que me hacían reír. Además de eso tenía un hermoso cuerpo y una bella sonrisa. Fue la protagonista de mis fantasías en más de una vez. Nunca se lo dije pues violaría mil políticas del departamento de recursos humanos.
    
    Al cabo de los años ella se había convertido en toda una abogada famosa y muy poderosa. Ya la había visto varias veces en el periódico pues defendió casos de gran renombre. Hicimos contacto visual y me sonreí con ella. Ella vino a saludar y se me echo encima con un abrazo digno de aquella jovencita que conocí. Me saludo casi gritando la palabra “mentor”. Esto me recordó que ella me veía como una figura de respeto aun cuando ella era más influyente que yo en el ambiente jurídico.
    
    Charlamos por un rato de nuestra vida profesional y privada. Le dije que había terminado mi relación con Jenny mi novia de par de años y ella me conto de lo difícil que era conservar un ...
    ... esposo siendo una mujer con tanto éxito y poder. La charla se extendió por horas y aunque no se lo hice saber me tenía hipnotizado la evolución de aquella mujer. Ella se vio muy atenta y tengo que reconocer que una vez me vio no compartió con nadie más ese día.
    
    Culminó la convención y cada cual siguió su camino. Intercambiamos mensajes de tono profesional por meses hasta que se acercó la convención nuevamente. Esta vez le dije que me estaría quedando en un apartamento que poseo pues me quedaba cerca de donde sería la convención. También le comenté que quería cocinar para ella y otras amistades de nuestra antigua firma. Ella accedió al igual que un grupo selecto de amigos. Ella llego primero que todos y me ayudo con la actividad como si fuera la señora de la casa. Se quedó hasta que todos se fueron y me ayudo a recoger. Le pedí que se quedara y me acompañara a bebernos la última jarra de sangría que quedaba.
    
    Le dije de un pequeño espasmo que me fastidiaba la existencia hacía unos días. Ella sin dudarlo comenzó a masajear el área. Esto hizo que se me erizara todo el cuerpo. Ella pregunto qué porque la reacción y le confesé que no podía evitarlo, que era la manera de mi cuerpo reaccionar al tacto de una mujer que me gustaba mucho. Ella saco la abogada que llevaba adentro y me increpo por qué le decía eso en ese momento y no antes. Le atribuí la culpa al respeto que le tenía y el no dañar una bonita amistad. El sentimiento de respeto que ella recibió sirvió de afrodisiaco pues ...
«123»