La niñera. descubriendo Ana.
Fecha: 11/06/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ningún problema también le avise que podía ser que llegará bastante tarde ya que a veces después de la cena a mi jefe le gusta tomar una copa y seguir hablando de trabajo, todo un planazo. Pero en aquella ocasión parece ser que mi jefe tuvo bastante con el tiempo que estuvimos cenando para resolver todas las dudas sobre la empresa y no le apeteció ir a tomar nada, lo cual no era lo que me esperaba, y así pude ir antes a casa cosa que agradecí. Pero lo que tampoco me esperaba era lo que me encontré al llegar a casa…. Al meter la llave en la cerradura y abrir la puerta oí unas risitas y una conversación, lo cual me extrañó porque los niños esas horas ya estarían durmiendo, y me quedé atento escuchando acto seguido cerré puerta y solté las llaves en el cestillo y ahí fue cuando pude oír un jaleo ahogado de alguien que intenta apresuradamente recomponer algo, y en principio me asusté pensando que podría haber entrado algún intruso a casa o que había algún problema y aceleré mi paso por el pasillo. Al entrar al salón no me creía lo que estaba viendo y no era otra cosa que la niñera a la cual llamaremos Ana, estaba en mi sofá, con un chico que supongo sería su novio el chico sin camiseta y ella vestida simplemente con la camisa que había traído al llegar a mi casa y un tanga ¡sin nada más! Al verme el chico palideció y no sabía dónde meterse, tenía su camiseta arrebujada en la mano e intento ponérsela apresuradamente y a mí solo me salió decir qué coño os creéis que estáis ...
... haciendo en mi sofá? Él no acertaba articular palabra así que simplemente me le quede mirando fijamente y le señale con una mano en dirección a la puerta y no se lo pensó dos veces entendió el mensaje a la perfección salió con su camiseta a medio poner y sus zapatillas en la mano corriendo como alma que lleva el diablo. Cuando cerró la puerta el chico, me giré hacia ella, me dio mucha rabia que traicionase nuestra confianza de esa manera, y más cuando di un vistazo alrededor y vi que en la mesa había una botella de ron casi vacía y refrescos de cola, con sendos vasos con hielo y el combinado a medio terminar. Era evidente que llevaban rato bebiendo.
Presa de mi enfado, empecé una reprimenda larga y tendida mientras ella seguía ahí sentada mirándome fijamente, no estaba atendiendo a la expresión de su cara, ya que estaba demasiado ocupado en expresar mi enfado, diciéndole que como se había atrevido y cosas así… hasta que me di cuenta… no se había movido ni siquiera para taparse, y seguía con la camisa a medio desabrochar, dejando ver parte de su canalillo, y sentada de lado en el sofá, con una pierna recogida sobre el, y la otra en el suelo, dejándome ver perfectamente el bulto de su coñito, marcando sus labios vaginales, y lo peor de todo, esbozando una leve sonrisa.
He de reconocer que eso me descoloco profundamente, y me dejó un poco sin ganas de seguir reprendiéndola, y pase a fijarme que tras de sus gafas negras de pasta, sus ojos delataban una leve embriaguez fruto del ...