La niñera. descubriendo Ana.
Fecha: 11/06/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... alcohol. Me quedé callado unos segundos observando la escena.
- ¿Has terminado? – Me dijo-
Permanecí callado, una cría de 19 años, me estaba dejando sin palabras por su actitud, y porque no reconocerlo, por la visión tan deseable que me estaba enseñando sin el menor tapujo.
- Pues ahora me gustaría hablar yo: primero de todo quiero pedirte disculpas, porque no está bien lo que he hecho, pero tu me habías dicho que llegarías tarde, y de ser así nunca hubiese pasado esto, porque lo tenía calculado. Y segundo, te voy a decir algo que pienso desde el día en que te vi… Me pones mucho. Puede que sea porque he bebido un poco que me estoy atreviendo a decírtelo, y es posible que mañana me arrepienta y me avergüence, pero ya está dicho.
Y acto seguido abrió un poco sus piernas a la vez que se desabrochaba un botón más de su camisa dejando ver la redondez de sus pechos. Estaba en shock… mi cabeza daba vueltas y volaba de un pensamiento a otro, está niñata estaba consiguiendo ponerme cachondo, y sabía que era una barrera que no debía traspasar… podría traerme muchos problemas.
- Mira Ana, me halaga lo que me dices, y como anécdota está muy bien, pero soy un hombre casado, y no creo que me compense meterme en un lío por un polvo de una noche. Será mejor que lo dejemos estar, te vistas y te vayas.
Su cara cambio, se le borro la sonrisa y me dijo:
- No te gusto?
- No es eso. Eres preciosa, y seguro que tienes a muchos chicos locos por tener algo contigo, pero yo no ...
... soy un chico, yo soy un hombre, con obligaciones, deberes, y mucho que perder.
- Lo se, y es por eso que me gustas, porque quiero saber lo que es un hombre. He leído relatos, he hablado con otras chicas y se que hay una gran diferencia entre un hombre y un crío. Además físicamente me pones mucho, puestos a confesar te diré que me he tocado muchas veces imaginando que eres tú quien lo hace, quien me folla….
Acompaño sus palabras con un gesto de su mano acariciando su coño por encima del tanga, donde se podía adivinar una señal de humedad… ¡Dios! No era posible, esta niñata me estaba calentando, y lo peor de todo es que sabía cómo hacerlo.
-Tengo mucho que perder -acerté a decir-.
- Creo que no me estás entendiendo -dijo- se que me ves como una cría, una niñata caprichosa, pero te equivocas, nunca te pondría en un compromiso, porque no es lo que busco, y sobre todo porque mis padres no tardarían en enterarse, ¿crees que eso es lo que quiero?. Además lo que quiero es más que un polvo. Quiero que me hagas tuya mientras sigues tu vida, quiero ser tu secreto, quiero que me enseñes y hagas conmigo locuras que tu mujer nunca haría contigo… ¡quiero ser tu PUTA!
Aquello estaba siendo demasiado… mi cerebro iba a explotar y porque no decirlo, mi polla también. Hacia tiempo que fantaseaba con cosas, morbos, salir de la rutina… y en momentos íntimos se lo había comentado a mi mujer de forma suave y medio en broma y había acabado enfadándose, con el argumento de siempre, que ...