Jóvenes amantes: Montserrat (Primera parte)
Fecha: 16/06/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Amante_Pasional, Fuente: CuentoRelatos
... mp3, conversamos y comimos los bocadillos.
–Tengo tiempo sin treparme a un árbol.
– ¿Por qué no lo intentas?
–Lo haré, se ve fácil –dije, poniéndome de pie
–Lo intentaría también de no traer falda, luego se me ve todo.
–Por mí no hay problema.
– ¿Quieres ver bajo mi falda?
–Sí –le respondí, tomándola entre mis brazos–. Eso quisiera.
Acerqué mis labios a los de ella, nos besamos de manera cariñosa, tocamos nuestras lenguas, las entrelazamos, la pasión aumentaba. De reojo cuidábamos que no viniera nadie, disimulábamos cada que un vehículo pasaba, continuando en cuanto se alejaba.
Mi verga se endurecía por la excitación del momento, traté de disimular pero era notable el bulto que sobresalía de mi pantalón, Montserrat pronto se percató de mi erección, me miró a los ojos con una sonrisa coqueta y sin decir una palabra, agarró mi pene.
– ¡Montserrat, qué estás haciendo! –pregunté, sorprendido.
– ¿Quieres que lo suelte?
–No, es sólo que no me lo esperaba, me tomaste por sorpresa.
–Es emocionante sentirlo, aunque sea sobre tu ropa.
–Yo también quiero sentirte.
– ¿Qué quieres sentir?
– Tus bubis.
–Agárralas…
Di un vistazo asegurándome que nadie nos miraba, rápidamente coloqué mis manos sobre sus senos, sorprendido miré a Montserrat, se había sonrojado.
–No puedo creer que esté tocando tus bubis, parece un sueño.
–Siéntelas y dime si es un sueño o no.
Apreté sus senos cuidadosamente, ella continuaba frotando mi pene, ...
... nos besábamos.
–¿Podría tocar tus bubis bajo tu ropa? Quiero sentirlas.
Montserrat desfajó su camisa y se desabrochó el sostén, luego tomó mi mano, metiéndola bajo su ropa, la llevó hasta su seno desnudo, era muy suave, estaba calentito, su pezón tocaba la palma de mi mano.
–Tus bubis son grandes y muy suaves, me encantan.
–Me alegra que pienses eso.
–Ya las quiero ver.
– ¿Eso quieres?
–Sí, verte desnuda.
–Y yo a ti.
Metí mi otra mano y agarré su otro seno, los acaricié, los apreté ligeramente moviéndolos en círculos, subiéndolos y bajándolos, froté sus pezones con mis dedos, haciendo que se endureciera, Montserrat acariciaba mi pene con mayor intensidad.
–Tus manos acariciando mis bubis, me está excitando mucho.
–Quisiera acariciarlas con mi boca.
–Dejaré que lo hagas, yo acariciaré tu pene mi boca.
– ¿Lo harías?
–Claro que sí, de no ser porque estamos en la calle lo haría ahora mismo.
–Podríamos hacerlo en mi casa, un día que mis papás no se encuentren.
–Me parece buena idea.
En eso entró una llamada al móvil de Montserrat, era su hermana, avisándole que ya iba en camino a recogerla. Acomodé mi pene tratando de disimular la erección que aún tenía, Montserrat se abrochó el sostén y acomodó su camisa, nos dimos un fuerte abrazo y un cariñoso beso, agarramos nuestras cosas y caminamos de regreso a la preparatoria.
El día que acaricié su vagina.
Quedé con Montserrat para asistir a un evento musical, esperé por ella en la ...