1. Jóvenes amantes: Montserrat (Primera parte)


    Fecha: 16/06/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Amante_Pasional, Fuente: CuentoRelatos

    ... entrada del auditorio, llegó al poco tiempo, ingresamos juntos, encontramos lugar frente el escenario, después de unos minutos inició el espectáculo. La banda había tocado un par de canciones, cuando Montserrat notó que no llevaba su móvil.
    
    –Oye, no encuentro mi teléfono ¿Podemos ir a la camioneta para ver si lo dejé ahí?
    
    –Claro, vamos.
    
    Salimos del lugar, caminamos varias calles hasta el malecón de la ciudad, donde se había estacionado. Al llegar subimos al vehículo, para buscar el móvil, no pasó mucho cuando lo encontré.
    
    – ¡Aquí está!
    
    – ¡En serio, dónde estaba!
    
    –Entre los asientos.
    
    –Menos mal no lo tiré, gracias por ayudarme –dijo, aliviada–. Eres muy lindo.
    
    –No hay de que, me alegro de que lo encontráramos.
    
    Se acercó a mí para darme un beso. Mientras me besaba, vi a lo lejos las sirenas encendidas de una patrulla de policía, venía en nuestra dirección.
    
    –Viene la policía, nos van a ver portándonos mal.
    
    –Hay que movernos al asiento de atrás.
    
    Primero se movió ella y después yo, sentándome a su derecha, esperamos a que pasara la patrulla. En la parte trasera del vehículo los cristales de las ventanas eran de un tono oscuro, por lo que era difícil ver al interior. La patrulla pasó de largo.
    
    –Ahora sí ¿En qué estábamos? –me preguntó, acariciando mi verga.
    
    –Imagino que no regresaremos al evento.
    
    – ¿Quieres volver?
    
    –No –contesté, pasando mi brazo derecho por su espalda, metí mis manos bajo su blusa, le subí el sostén y agarré sus ...
    ... senos.
    
    –Me encantan tus tetas.
    
    –Y a mí tu pene –dijo Montserrat, deslizando su mano debajo de mi pantalón y de mi ropa interior, tocando con sus dedos la punta de mi verga, la apretó suavemente.
    
    –¡Oh sí, mi amor, tócalo! –le dije, apretando sus senos.
    
    –Es muy esponjoso y suave –dijo, acariciando mi pene hasta la base–. Que grande y duro está, me excita tocarlo.
    
    Besé a Montserrat con mucha intensidad, nuestras lenguas se entrelazaban, ella frotaba mi pene de arriba abajo. Con mi mano izquierda toqué sus muslos luego froté su entrepierna, eso pareció gustarle.
    
    –Quiero tocar tu vagina.
    
    –Mete tu mano.
    
    Desabotoné y bajé la cremallera de su pantalón, deslicé mi mano bajo su panti, pasé mis dedos por su vello púbico, froté su pubis.
    
    –No encuentro tu vagina.
    
    –Mete tu mano un poco más –me dijo Montserrat, separando sus muslos.
    
    Metí mi mano lo más que pude, su panti estaba húmeda, froté su entrepierna, de pronto mis dedos se deslizaron entre sus labios vaginales.
    
    ¡Ahí! –dijo Montserrat, gimiendo.
    
    –Estás muy mojada.
    
    El interior de su vagina era muy suave, traté de meter mis dedos dentro del coño de Montserrat,
    
    – ¿Te lastimo? – le pregunté.
    
    –No, está bien –me respondió, entre gemidos.
    
    Al no lograr meter mis dedos, con cuidado froté su vagina de arriba a abajo, imaginando cómo se sentiría penetrarla.
    
    –Te lo quiero meter –le dije, susurrándole al oído.
    
    – ¿En dónde me lo quieres meter?
    
    –En tu vagina, en tu boca, por atrás.
    
    – ¿Por ...