1. La hermana de un amigo me obliga a masturbarme


    Fecha: 08/06/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Sevillano, Fuente: CuentoRelatos

    ... habitación.
    
    Estuvimos jugando a aquel Fifa. Un Fifa recuerdo qué solo tenía selecciones. Partido arriba, partido abajo, coca cola arriba, coca cola abajo.
    
    Pasaron casi dos horas.
    
    Llamaron al timbre de nuevo. Al rato se asomó la hermana a la habitación para decirnos que había llegado su novio y que estarían en el salón de abajo.
    
    A nosotros allí jugando nos importaba poco eso. La verdad. Seguimos jugando al Fifa entre risas y goles.
    
    Tras otro partido nos habíamos quedado sin Coca-Cola. Enrique dijo que iría al súper que estaba tres casas más abajo por una botella fría. Así que pusimos cada uno la mitad del dinero y él fue por ella dejándome allí sentado mirando la tele.
    
    Lo escuché decirle donde iba a Verónica y al novio en la planta de abajo y salir. Unos segundos después una fuerza me empujó al pasillo. Lo recorrí completamente. La puerta del mini salón donde antes estaba Verónica estaba abierta. Allí no había nada. Las voces, hablando, se escuchaban abajo. Seguí adelante. Al fondo estaba la habitación de Verónica con la puerta también abierta. Me asomé. Obviamente no había nadie.
    
    Una cama con un edredón rosa. Un escritorio. Una estantería de libros. Y un buen montón de ropa aquí y allá desparramada. En un segundo decidí, empujado por mis hormonas, hacer lo que hice. Abrí el primer cajón de su mesita de noche. Bingo. Su ropa interior. Pufff. Durante el camino a la habitación mi polla se había puesto de nuevo morcillona, pero aquella visión de aquellas ...
    ... telas que protegían lo más íntimo de Verónica me la terminaron de levantar. Saqué una de las primeras braguitas que había en el cajón. Aspiré su olor buscando el más íntimo olor de Verónica. Aunque, la verdad, que sólo aspiré el perfume del suavizante. Me bajé los pantalones y empecé a masturbarme allí. Para mí era una situación muy morbosa que, además con la visión que había tenido hacia pocas horas del cuerpo de aquella chica, hizo que mi erección fuera enorme.
    
    Allí estaba yo tocando la zambomba de forma incontrolada cuando sentí algo detrás de mí. Oculté mi polla antes de girarme. Era el melenudo del novio. Miró mi erección, poco oculta en mis pantalones, me dijo en voz baja que coño estaba haciendo y de un manotazo me quitó las bragas que todavía tenía en la mano.
    
    Yo no sabía qué hacer. Lo único que hice fue sonrojarme, pasar entre él y la pared e ir a la habitación de mi amigo.
    
    Allí temí lo que me esperaba. Me veía al novio y a Verónica subir para echarme la bronca. Pero no pasó afortunadamente. Luego temí al escuchar que volvía Enrique que se lo dirían. Pero no pasó afortunadamente. La tarde siguió con otro partido de Fifa, aunque pronto le dije a Enrique que tenía que irme.
    
    Luego temí que se lo dirían a los padres de Verónica. Pero no pasó. Luego que se lo dirían a mis padres. Pero tampoco...
    
    En lo que quedaba de semana no volví a pisar la casa de Enrique pese a sus invitaciones. Me inventé un par de excusas y no fui.
    
    Llego el finde y todo se precipitó. ...
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