1. Chantaje adolescente


    Fecha: 08/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... volvió dentro y se dirigió hacia mi.
    
    Supuse que traía las tetas al ire porque las vi moviéndose acompasadamente bajo la camisa.
    
    -Toma...- me dijo ofreciéndome el puño cerrado con disimulo. Cogí el bulto blanco arrugado que me ofrecía y lo guardé en la cartera.
    
    -Ya estamos en paz...- me dijo.
    
    -Bueno, aún no... todavía me quedan algunas fotos más...- le dije mientras mostraba la punta de otra del bolsillo de mi camisa.
    
    -Que cojones quieres ahora..-respondió cabreada.
    
    -Suéltate dos botones de la camisa, quiero verte las tetas... dije excitado.
    
    Como respuesta obtuve el regreso a su sitio.
    
    No tardó mucho en mirar hacia dónde yo estaba, momento que aproveché para sacar otra foto y hacer como que la enseñaba.
    
    Volvió con rabia la cabeza y miró al frente. Vi sus manos moverse y al momento se acercó a mi con la camisa algo desabrochada.
    
    Se agachó sobre la mesa y yo miré entre la tela. Sólo pude ver el nacimiento de sus tetas blancas, pero no observé las aureolas ni los pezones.
    
    -Suéltate otro...- le dije.
    
    Elena miró a los lados para ver si nos veían y se soltó otro botón.
    
    Se volvió a agachar y ahora si pude verle los senos. Me llamó la atención el contraste oscuro de sus aureolas y pezones con el blanco de la piel.
    
    Al instante se me puso dura. Me recreé mirando los pezoncillos erectos, y con disimulo acerqué la mano derecha hacia su camisa, rozando con mis dedos el bultillo que formaba en la camisa. Al principio se retiró un poco, pero ...
    ... luego se dejó caer y volví a tomar contacto con él.
    
    De un rápido movimiento me sacó la foto del bolsillo, se abrochó la camisa y volvió a su sitio.
    
    -Se acabó...- me dijo al salir de clase.
    
    -Que te lo crees tú...- Le respondí mientras le enseñaba otra foto.
    
    -Ahora que quieres, cabrón...-
    
    -Que me la menees; te espero esta tarde a las ocho en la caseta abandonada del río...-le dije con recochineo.
    
    Allí la esperé. Fue puntual. Llegó vestida con una faldita corta azul y una camisa beige.
    
    -Venga, quiero terminar con esto cuanto antes...-fue lo único que dijo al sentarse a mi lado.
    
    -Empieza...-dije.
    
    Me desabrochó la bragueta, me apartó el calzoncillo y cogió mi polla. Aún establa flacida, pero al contacto con su mano revivió.
    
    Comenzó a agitarla de mala manera, haciéndome daño.
    
    -Tú misma. Si no me corro no hay trato.- le dije como pasando del tema.
    
    -Júrame que cuando termines me darás todas las fotos y que no volverás a chantajearme más con ellas...-me dijo.
    
    -Te lo juro...-asentí.
    
    -Se incorporó, me desabrochó el pantalon, bajó un poco el slip y mojándome la punta con un poco de su saliva comenzó a meneármela suavemente.
    
    Mi cuerpo comenzó a calentarse, al ver su manecilla subiendo y bajando por mi rabo, por lo que con cuidado moví mi brazo y con la mano le agarré una teta.
    
    -Que cojones haces...-me regañó.
    
    -Si no me excito no llego, tu verás...-contesté.
    
    -Vale pero acaba pronto...-
    
    Seguí explorando su teta por encima de la camisa ...
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