1. La petición de Ana


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    “Hola, me llamo Ana, y he leído tus relatos. El motivo por el que te escribo es porque me gustaría darte una historia a narrar. Tengo un punto exhibicionista que me gustaría explotar en tu compañía, yo pasearía por un lugar acordado y tú me seguirías durante todo el trayecto. Al final tendrás material sobre el que escribir. ¿Te parece buena idea?”
    
    Así fue mi primer contacto con Ana, al recibir este e-mail. Le respondí aceptando su propuesta. Habíamos quedado a las diez en uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad, en una de sus cafeterías para desayunar. Me adelanté a la hora porque no conocía muy bien el lugar, y también porque nunca había visto a Ana, y quería ponerme en algún lugar visible. Me senté en la terraza y pedí mi desayuno. Miraba hacia los lados esperando verla llegar, se había resistido a darme su descripción con un “me reconocerás”. Así que ahí estaba yo, a casi las diez de la mañana, esperando a una desconocida y pensando que todo esto podría ser una broma, que ahora mismo podría estar ella con alguien más viéndome y riéndose de mi ignorancia al haber aceptado. Pero no fue así.
    
    Mordí el croissant y alcé la vista sorbiendo café, cuando vi una morena con una melena espectacular, enfundada en un vestido muy corto, escotado y ceñido, destacando un bonito cuerpo de silueta curvilínea muy sugerente. Realmente tenía un cuerpo bonito, bien proporcionado. Entraba en la cafetería. La miré acercarse a la barra a través de los cristales, y pedir ...
    ... su consumición. Poco después salía a la terraza donde yo estaba con su bandeja y echó una ojeada general, supongo que buscándome. Evidentemente se encontró con mi mirada, que mantuve en señal de primera presentación. Ella sonrió y vino a mi mesa. Las cabezas se giraban a su paso.
    
    —¿Txuso?
    
    —Sí, soy yo —le dije encantado.
    
    Nos presentamos y se sentó a mi lado.
    
    —Bueno, tú me dirás lo que quieres hacer —le dije al poco de haber intercambiado las típicas frases de cortesía iniciales.
    
    —Tú sólo debe seguirme y tomar nota de lo que suceda, conmigo y a mi alrededor. Ya te comenté que tengo un punto exhibicionista, pues eso es lo que voy a hacer.
    
    —¿Pero voy contigo, te sigo? ¿Cuál es mi papel?
    
    —Me sigues. Mira, es la primera vez que voy a hacer algo así, quiero liberar ese sentimiento represivo que llevo dentro, así que sólo quiero que veas y que lo cuentes, para después, al leerlo, darme cuenta de lo que he sido, o no, capaz.
    
    Acepté su condición, iba a soltar mi espíritu voyager.
    
    —Pues cuando acabes empezamos —le dije una vez acabado de desayunar.
    
    —Ya hemos empezado —dijo— ¿ves cómo me han mirado al entrar?
    
    —Sí, yo he sido uno de ellos.
    
    —En breve me levanto, me dejas unos metros de distancia, y continuamos el recorrido.
    
    De momento estaba de acuerdo en todo, aunque no sabía lo que ella tenía en la cabeza, era una total desconocida. Acabó su café y lo dejo sobre la bandeja. Me miró fijamente sin decir nada. Bajó sus brazos sin desviar la mirada e ...
«1234...8»