1. La petición de Ana


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cine y continuó conduciendo.
    
    —Tengo que reconocer que me he puesto muy cachondo viendo cómo te follabas a esos tíos. —Le hice saber.
    
    —¿Se te puso dura?
    
    —Sigue dura.
    
    —A ver.
    
    Me la saqué. Ella la miró y comprobó que no había mentido.
    
    —Abre la guantera y saca una botellita pequeña de aceite para masajes.
    
    Ella extendió la palma de la mano izquierda y yo le puse un buen chorro de aceite. Me la agarró y empezó a masturbarme.
    
    —¿Has pasado buen día? —Me preguntó.
    
    —Muy bueno, sí. Me ha encantado.
    
    —¿Me vas a escribir un buen relato?
    
    —El mejor que pueda escribir sin duda.
    
    Sonrió satisfecha mientras seguía masturbándome.
    
    —Estaré encantada de leerlo y pajearme con él.
    
    —Me encanta que me digas eso, me encanta saber que alguien se masturba leyéndome, eso me da fuerza.
    
    —Ya lo hice con los anteriores, por eso te busqué a ti.
    
    —Gracias. También me encanta como me haces esta paja.
    
    Siguió masturbándome y conduciendo. Yo me había echado un poco hacia delante para dejarle mayor capacidad de maniobra. Su mano subía y ...
    ... bajaba por mi polla dura, caliente no sólo por el tacto del aceite. Dio velocidad a su mano.
    
    —Noto que me vas a correr pronto. —Le aclaré.
    
    —Me encanta. —Exclamó.
    
    Nos detuvimos en un semáforo, al lado de otro coche. Entonces aceleró más el ritmo de su mano.
    
    —Quiero que te corras cabrón.
    
    Al oírla decírmelo me subió una furia ardiente.
    
    —Sigue así y tendrás la mano mojada en segundos. —Balbuceé.
    
    Ella miraba al tipo del coche de al lado, que ya se había dado cuenta de todo. Intercambiaban miradas que, a ella, y supongo que, a él, la excitaban. Se pasaba la lengua por los labios, se los mordía, e incluso se sacó las tetas para dejárselas ver. Yo no aguantaba más y me corrí entre espasmos. Ahora me la acariciaba suavemente ahora. Un pitido interrumpió el momento, el semáforo se había puesto verde. Se lamió la mano y salió.
    
    Me dejó en la puerta de casa y nos despedimos. Quedamos en que la avisaría cuando tuviera el relato, y eso estoy haciendo. Espero que al menos te hagas una buena paja leyendo tu experiencia. Gracias Ana, hasta pronto. 
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