Diana es puro fuego
Fecha: 22/06/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Manuman, Fuente: CuentoRelatos
... vez que me detenía a mordisquear sus pezones. Su mano acudió a mi nuca para acercarme aún más a sus senos, donde me hundí durante unos gloriosos minutos, hasta comenzar a subir, besándole el cuello, hasta llegar a su boca, que me recibió de forma apasionada, casi desesperada, besando, lamiendo, dejándose morder. ¡Vaya forma de besar que tenía Diana! En verdad era espléndida y se notaba que aquello le ponía bastante caliente, pues terminó por desabrochar sus jeans para deshacerse de ellos junto con sus bragas, antes de llevar mi mano a tocar su coñito, que estaba cubierto por una tenue mata de vello recortado cuidadosamente. Le metí dos dedos y percibí lo mojadita que estaba y lo apretado de su abertura. Diana gimió con dulzura cuando empecé a masturbarla.
—Por eso no quise que me siguieras besando en el bar —Dijo, con voz temblorosa al sentir mis dedos entrando y saliendo.— Sabía que iba a acabar así contigo —Completó, un instante antes de quedarse con su boquita abierta, jadeando despacio con la dedeada que le daba, mientras que mi otra mano se llenaba con las preciosas masas de carne de sus tetas.
Diana se incorporó, al tiempo que con el movimiento de su cuerpo hizo que yo me recostara en el sofá. Luego, ella se tendió sobre mí, frente a frente. Su sonrisa me pareció lo más sensual que hubiera visto en mi jodida vida.
Diana comenzó a reptar hacia mi erección, mordiéndola por encima del pantalón al encontrarla. Desabrochó mi cinturón y bajando la bragueta, me sacó ...
... el miembro. Se acomodó el cabello a un lado de su cara y luego de deleitarme la vista con su boquita besando mi glande, me dijo, simplemente:
—Grábame —su voz era ardiente y traviesa.— Quiero que ese pendejo sepa bien que soy yo la que te está mamando la verga —Pidió, divertida, un instante antes de darme su celular.
Diana se agazapó abriendo sus piernas sobre las mías y yo activé la cámara justo a tiempo para capturar el momento en que la guapa veinteañera se introducía toda mi polla en la boca, sin dejar de mirarme a los ojos, o más bien al celular que sostenía delante de mí.
Diana empezó a chupar ruidosamente y de una forma deliciosa, soltando unos gemiditos tremendamente excitantes, diciendo a veces cuánto le gustaba mi verga. Sé que tal vez lo hacía para enfurecer a su novio cuando él viera el video, pero la verdad, no me importaba. Diana me estaba haciendo una mamada espectacular. Solo se detenía para lamer la punta varias veces antes de volver a comerse de nuevo todo mi pene, moviendo su cabeza de arriaba abajo, apretando sus labios en torno a mi erección de un modo infernal.
Estuve a punto de venirme de lo rico que me estaba mamando. Además, era muy excitante ver sus labios en acción, sus pechos apretujados contra mis piernas y sus ojos llenos de lágrimas.
—¿Tienes condones? —Preguntó en un momento y le respondí que sí, agradeciendo secretamente por aquella pausa, pues de haber seguido chupando un segundo más, la maravillosa boquita de Diana me habría ...