Escuela de sumisos - Relatos Eróticos

Escuela de sumisos

Aitor con 20 años estaba en prácticas y además iba a clase a una academia privada que impartía diversas materias. Ese mediodía había quedado a comer con su Ama, pero lo que no se esperaba era que Ella se viera obligada a abandonarle por temas personales.

Pero lo que no esperaba es que las cosas cambiasen en pocas horas. Con la tristeza en el cuerpo bajaba por la calle hacia la academia. Con la pesadumbre del abandono no se había dado cuenta que llevaba un anillo de O en el dedo.

En el puente se encontró con su tutora y a la vez Directora de la academia. La verdad es que físicamente y por la ropa que solía llevar podía pasar por una Ama perfectamente. En sus fantasías alguna vez se había masturbado pensando en ella, pero ahora solo pudo cambiar cuatro frases mientras llegaban. Lo que él no se dio cuenta, pero si Ella era en el anillo. Ese descuido le cambiaría sus próximos años.

Cuando entraron la Tutora le indicó que le acompañase al despacho de dirección. Ella entró y dejó el maletín sobre la mesa y a bocajarro le preguntó:

Ese anillo le llevas porque te gusta o porque conoces su significado.?

Conozco su significado----- respondió sin pensar y nada más decirlo se dio cuenta que había descubierto el misterio.

Si llevas eso es que tienes Amo o Ama con lo que no podría proponerte lo que te iba a proponer.

Desde hoy ya no tengo, venía triste porque justo mi Ama me había tenido que dar la libertad por motivos personales.

Interesante--- respondió ella ...

... antes de alegar.

Por casualidades de la vida fuera de aquí, una profesora, una empleada de Administración y yo misma hemos coincidido en otros lugares, en ambientes BDSM y hemos hecho amistad, no solo eso, sino que varias de tus compañeras son sumisas y fuera de aquí me obedecen. Si aceptas unirte a nuestro grupo hay varias condiciones.

¿Tienes alguna pregunta Aitor?

No, lo único que tengo que decir es que acepto todo lo que me ha dicho. No necesito pensarlo. Lo que tienen es una idea muy morbosa.

De acuerdo, pues empieza a desnudarte.

Ana se separó y se colocó un guante de látex, pero algo más gordo. Aitor mientras se fue desnudando en el orden que ella le ordenaba. Primero la camisa que dejó en la silla del despacho, luego los pantalones y se quedó solo con el bóxer. Entonces ella se acercó a él y le acarició la polla por encima del bóxer antes de coger la goma del bóxer con las dos y bajarlo de golpe. Lo sobó la polla, la echó hacia atrás simulando ser médico y palpó los huevos.

Luego le hizo apoyarse sobre los antebrazos en la mesa, pero antes había avisado a la otra profesora y a la chica de Administración que llamaron a la puerta cuando Ana vertía una buena cantidad de lubricante en sus dedos. Entre las otras dos le sujetaron por si se movía. Ana lo penetró en el ano con un dedo y buscó la próstata y la golpeó suavemente con el dedo. El chico lo notó porque durante décimas de segunda su excitación se multiplicó por cien. Luego metió un segundo dedo y ...