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Escuela de sumisos
Fecha: 25/06/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... No hubiera sospechado de casi ninguna. Estaba Silvia, una chica bastante respondona y él creía que algo recatada, luego estaba Sandra una chica rubia muy delgada que parecía no haber roto un plato. Luego Verónica una chica alta, pero con buen cuerpo, pero como todas nunca pensó en ella como sumisa. Luego Ana, cuyos pechos siempre le habían encantado a Aitor y eso que los intuía a través de la ropa. Por último, Alicia, una rubia de pelo ondulado cuyas curvas le volvían loco. Otra, de la que nunca se acordaba del nombre que por temas personales faltaba bastante a clase. Una chica que él sabía que era algo más atrevida en materia sexual que sus compañeras. Luego Naiara, pequeña rubia y con un pequeño culo precioso. Marta, deportista con un buen cuerpo, mandíbula definida y un culo muy bueno también, lo mismo que una chica morena menuda de la primera fila. Por último, Vanessa una morena con pelo muy abundante que le gustaba escandalizarlas a todas con juguetes etc. Fueron pasando todas para que Aitor las desnudase. Con eso, el joven no paraba de tener su verga completamente dura y mirando al techo. Con cada chica le hacían beber tres vasos de agua. Cada vez estaba más excitado. Las chicas volvían a sus sillas y se quedaban de pies esperando. Y le tocó a Sandra, la chica delgadita. Aitor le quitó el jersey que siempre llevaba con los hombros descubiertos. Los pechos pequeños, pero apuntando al techo salieron a la luz. La Ama invitada los pincho y retorció de forma sádica ...
... retrasando todo. Las ganas de orinar de Aitor se elevaban. Hay que decir que las chicas también bebían agua, pero algo menos. Luego soltó los pantalones pitillos y se los quitó, lo mismo que el tanga. Vio que tenía un coñito con un pequeño mechón y justo cuando iba a mirar para arriba el primer chorro se escapó y fue a dar al pelo de la chica, luego a la nariz y al pecho de la chica. Ana le hizo orinar en una jarra la cual vertió por encima de su cabeza, pero lo hizo en un lateral de la gran habitación, donde habían instalado en un pequeño cuarto que se abría con llave una ducha que todas vieron. Allí fue obligado a arrodillarse y todas que habían bebido bastante agua le orinaron encima como símbolo de su nueva condición y como humillación. Fue conminado a ducharse y le dejaron ropa interior para que se pusiera y cerraron la puerta del baño. En la sala donde estaban todas, todas las Amas fueron pasando entre las chicas saludándolas, sobándolas etc. Cuando entró un hombre, un Dominante que todas conocían y habían sufrido por su dureza y por el grosor de su miembro viril. El hombre se apostó al lado de la puerta del cuarto de baño y Ana cerró la luz. Aitor que se había puesto la ropa interior que le habían dejado y que consistía en un suspensorio. Antes en los documentos que había firmado había permitido que lo follasen por sorpresa y con rudeza. Así que en cuanto abrió la puerta una fuerza mayor de la que conocía le cogió y condujo casi en volandas hasta la mesa de la ...