1. Un accidente erótico


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Habían sido dos semanas de mucho estrés y con un movimiento constante. Me habían nombrado vicepresidente de la compañía y me había movido al este del país y obviamente todo aquello conllevó largas horas de ajustes. Como era nuevo en la ciudad, al igual que en mi nueva vecindad, pues a nadie conocía y acostumbrado a llevarme a alguna chica nueva a casa para aquellos desahogos sexuales, pues como que me estaba pasando factura esa ausencia de la atención femenina. La última vez que había estado con una chica, había sido dos semanas antes, donde me di la libertad de contratar a una chica de la alta clase y donde por un fin de semana ella me complació en esos menesteres de la cama.
    
    Estuve a punto de llamar a otra chica en esta nueva ciudad, pero estos cambios me hicieron llegar al agotamiento que nunca pude concertar una cita, ni con una chica de paga. Finalmente, esa oportunidad que me había pasado por la mente me llegó en una especie de accidente o esas casualidades de la vida.
    
    Iba conduciendo el auto nuevo que este concesionario nos estaba ofertando, pues aquella semana debería decidir qué tipo de vehículos los ejecutivos y personal de ventas iban a usar por los próximos tres años. Llevaba muchas cosas en la mente y de vez en cuando se me venían las imágenes de la última cogida con esta chica de paga de quien aún recuerdo su nombre, una rubia muy hermosa de nombre Ashley. El semáforo cambió a amarillo y tuve que frenar, pero infortunadamente el vehículo atrás no tuvo el ...
    ... tiempo necesario para hacerlo y me pegó por detrás.
    
    Me bajé y me cercioré de que la chica que lo conducía estuviera bien y luego tomé el teléfono para hacerle saber a mi secretaria que estaría tarde debido al accidente. Apenas iba a entrar la llamada cuando veo a esta chica de frente y me pregunta: ¿Está llamando a la policía? – No le pude contestar y solo le di una señal de que me esperara. Pude ver una mirada de angustia en su rostro y supuse que eran los nervios normales de quien se involucra en un accidente automovilístico. Tan pronto colgué ella me pidió que no llamase a la policía, que si nos podíamos arreglar entre nosotros. Obviamente debíamos llamarla para que nos diera el reporte y de esa manera hacer el reporte con las aseguradoras. Después de tomar unas fotografías y para no interrumpir el tránsito y por nuestra seguridad, le pedí movernos al centro comercial que nos quedaba a un costado.
    
    Fue cuando comencé a apreciar la belleza de esta chica que me dio el nombre de Lena. Le calculé sus 21 años, pero cuando intercambiábamos información descubrí que apenas había cumplido sus 18. Tenía un rostro ovalado con un cabello castaño largo que le llegaba a media espalda. De piel clara y ojos de miel y en este caso podía con seguridad dar su altura y peso, pues eran parte de la información en su identificación: Un metro y 72 centímetros y 127 libras de peso. No tenía enormes pechos, pero si un generoso trasero, el cual se notaba sensualmente con esos pantalones cortos ...
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