1. Cuando la calentura aprieta (11)


    Fecha: 04/07/2022, Categorías: Infidelidad Autor: rosamarsan, Fuente: CuentoRelatos

    ... con ninguna chica, por lo cual según él estaba con los huevos llenos.
    
    De repente me pregunto que si me habían follado ya el culo, yo le dije que no. Pero si le dije que me había masturbado por mi ano. Me dijo que me lo quería follar. Yo claro esta después de tanto tiempo queriendo probarlo le dije que sí, pero que tuviera cuidado. Me dijo que me quitara nuevamente el vestido. Y nuevamente me puse otra vez desnuda delante de él. Pero esta vez su leche secándose adornaba todo mi torso. Me dijo que me pusiera a cuatro patas contra el respaldo del sofá. Él se acomodó detrás de mí y sentí su lengua jugar con mi agujerito.
    
    De repente mi ano empezó a calentarse al sentir su lengua jugando con él. No paraba de salivar mi culo. Metió un dedo, que entro dulcemente, haciendo escapar un gemido de placer por mi parte. Tras estar un ratito jugando con él, lo saco y siguió lamiendo, luego probo con dos, al principio resistió un poco pero luego entraban y salían muy bien. Repitió la operación y consiguió meter tres dedos a la vez. Una vez conseguido estuvo un buen rato metiéndolos y sacándolos.
    
    Y a mi cada vez me daba más placer. Escuche como se escupía en su polla y note como se la meneaba lubricándola bien. Apontoco su capullo contra mi ano y ...
    ... poco a poco la fue metiendo, cuando me dolía la sacaba, le escupía y la volvía a meter, pocas repeticiones después, entraba y salía sin problemas. Fue subiendo el ritmo hasta que volvió a lo que me tenía acostumbrada. No sé cómo describirlo, era un placer nuevo, ni mejor ni peor que cuando te follan el coño, era diferente. Lo que yo creía era que solamente era placer, pero de pronto note que me venía un orgasmo, no era como el vaginal, era como una explosión dentro de mí, como si mi cuerpo por dentro quisiera darse la vuelta.
    
    De repente sentí la maravillosa sensación de correrse por el culo. Gritaba y gemía mientras me corría, el de pronto empezó a gemir más fuerte. Al correrme yo mi esfínter se contrajo y eso hizo que él se corriera también. Me estaba corriendo a la vez que Migue me llenaba mi culo de leche. Tras dejar su polla dentro de mí y sentir esas pequeñas sacudidas mientras echa hasta la última gota de leche. Volví a mi, como si hubiera tenido un viaje astral.
    
    Él me dijo que ya no podía, algo natural tras las corridas que había tenido.
    
    Le dije que nos ducháramos juntos, así lo hicimos mientras nos comíamos a besos.
    
    Tras la ducha, se vistió y nos despedimos, hasta la próxima vez.
    
    Ya que la próxima, él sería mi juguete. 
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