1. Mi hombre llega desde el pasado


    Fecha: 05/07/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    Todavía siento en la piel el roce de sus besos, me estremezco recordando como sus caricias hacían brotar mis orgasmos a borbotones. Imposible no extrañar sus penetraciones profundas, firmes, que me llenaban de placer.
    
    Han pasado 3 años desde que tuvimos un encuentro súper fugaz, solo una noche de verano. Fue en una playa del caribe, yo festejaba sola mis treinta años, donde habíamos coincidido de forma casual. Era el tipo de hombre que no me atraía, apenas llega a 1,70 cuando yo mido 1.80, con la cabeza rapada, pero con barba, un abdomen prominente, y finalmente, un pene de 15 cm. Yo tengo un cuerpo cuidado, mis medidas son las ideales, 90-60-90, pechos y culo bien firmes, soy rubia de ojos verdes.
    
    En estos tres años solo hemos mantenido contacto por mensajes, video llamadas. Nunca nada sexual, no es su estilo. No menos de una vez por mes, nos comunicamos, charlamos de nuestras cosas, incluso íntimas. Después de esa noche, se fue transformando en amigo, hasta hoy, que puedo decir que es mi mejor amigo hombre.
    
    Inconscientemente siempre pensé en volver a estar con él, aunque sea solo una noche. Debo reconocer, que a pesar que he tenido un par de parejas y otros touch con otros hombres después de él, nunca he disfrutado el sexo como esa noche. Anoche, me llamó por video llamada para charlar y sobre el final, como quien no quiere la cosa me dijo:
    
    “Pau, tengo ganas ve verte, de estar con vos”
    
    Me quedé helada, por su tono de voz y su rostro, entendí perfectamente ...
    ... a donde apuntaba la frase. El aprovechó mi desconcierto para continuar.
    
    “Dentro de 15 días viajo a Buenos Aires, voy a estar una semana. Pensaba que quizás, si tenés ganas, podemos cenar una noche”
    
    “Una noche, no. Por mí cenemos todas las noches, y también desayunemos todos los días…” le dije con malicia.
    
    “Me resulta difícil negarme a eso, pero viste como es la vida, quizás una noche sea suficiente para romper todo el encanto del recuerdo.” Me dijo. En nuestras charlas siempre se mostró igual, muy realista, duro, sin dejar de decir lo que piensa. Tenía razón. Aquella noche en el Caribe quizás fue algo excepcional, y hoy la realidad sea otra.
    
    De él sabía lo que me había dicho, que trabajaba en un banco de EEUU, y que rara vez viajaba al exterior. Yo en cambio, le conté que trabajaba en una oficina como administrativa. La pura realidad.
    
    “Tim, dejemos que las cosas fluyan, y que camino toman. ¿Dónde vas a parar?”
    
    “En un hotel, pero todavía no me confirmaron nada. Cuando tenga la fecha de llegada y el hotel te aviso, y si no estás ocupada, quizás podamos vernos.”
    
    “Dale, quedamos así” le dije.
    
    Los 14 días siguientes fueron interminables, no tenía noticias de su llegada, pensé que había suspendido el viaje, ya que teóricamente, al día siguiente llegaría. Me fui a dormir amargada y triste.
    
    Me levanté igual, amargada, triste. No tanto por la parte sexual, sino por la amistad que tenemos. Fui a la oficina, trabajaba, pero pensaba en él. Mis compañeros se ...
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