Mi hombre llega desde el pasado
Fecha: 05/07/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... preocuparon porque me veían triste. Casi al final del horario de trabajo me entró una llamada de él en el celular.
“Hola Pau, mil disculpas, pero no pude llamarte antes. Se complicaron algunas cosas”
“Tim, hola. No hay problema, estaba preocupada por si te había pasado algo.”
“No, está todo bien. Solo fue problema de organización del viaje. Te puedo invitar a cenar, estoy en Buenos Aires.”
“¡En serio! Que alegría me das. Claro que sí. Quiero verte ya mismo”
“Por favor, pásame tu dirección por mensaje y a qué hora pasa un auto a buscarte.”
“No es necesario…” dije.
“Por favor, yo voy a estar hasta tarde en la oficina. Si te parece te pasa a buscar a las 21 h y pasan por el hotel a buscarme. Y vos elegís donde comemos.”
“Bueno, dale.”
Le mandé mi dirección y me cambió la cara totalmente. Estaba feliz, había podido venir, y esa misma noche lo iba a ver.
Cuando llegué a casa, primero pensé en donde ir a cenar, para después elegir la ropa. Como me había contado de sus ganas de conocer una parrilla argentina, elegí un conjunto muy casual, pero sensual y elegante. Me di una ducha, me maquillé y me arreglé el pelo. Cinco minutos después de estar lista, sonó el portero eléctrico, avisando que me venían a buscar.
Cuando bajé me encontré con una persona de traje negro, que muy amablemente me guio hasta un Mercedes Benz gigante y me abrió la puerta. Esperó cerrarla y subió.
“Srta. Paula, el Sr. Tim me indicó que lo pasemos a buscar por el hotel, y ...
... después van a ir a cenar, pero que Ud. tiene la dirección. Si me la facilita, así la voy cargando en el GPS, por las dudas sea una zona que no conozco”
Le di la dirección y me quedé pensando en el auto que me llevaba, era impresionante. El confort, el lujo, el andar. Y con chofer. Muy disimuladamente, el chofer tomó el teléfono y avisó que estábamos a 5 minutos. Llegábamos a la zona de los hoteles más caros de la ciudad y se detuvo frente a uno de ellos.
Lo vi salir del hotel y me costó reconocerlo. Obviamente no había crecido, pero sí estaba más flaco. Llevaba un traje azul cruzado hermoso. Zapatos negros brillantes, lentes. Si bien tenía 40 años, parecía mucho menos. El chofer le abrió la puerta, el agradeció y subió sacándose los lentes.
“Hola Pau” me dijo mirándome a los ojos fijamente, mientras tomaba mi mano y la acercaba a su boca para besarla.
“Hola Tim, que alegría verte de nuevo. Y que elegante estás.”
“Vos, hermosa y sensual como siempre. Estoy feliz de poder haber venido, hace muchos que quería venir a Bs. As., pero no se daba. Supongo que le pasaste la dirección del restaurant a Carlos”.
“Si, pero vamos a una parrilla, me acordé que siempre me decís que querés comer carne argentina y en una parrilla.”
“Genial, que buena bienvenida que me das: tu compañía y asado argentino”
Debo reconocer que estaba impactada por todo, el auto, el hotel donde se hospeda, sus modales siempre impecables. Y su mirada. Sus ojos me hablaban tanto como su boca. Veía ...