1. Otra historia mas?


    Fecha: 06/07/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... lo pasó a dejar al café, no me molesto, al contrario me dio curiosidad así que sin mas nos dirigimos hacia su oficina. Era en el cuarto piso de un lujoso edificio del centro, me invita a subir y sabiendo en que terminaría accedí sin oponer resistencia, dentro del ascensor mientras subíamos mis pensamientos mas pecaminoso lograron encender mi vagina, comencé a sentir que se mojaba lentamente, mis pezones se erizaban ya no disimulaban, se notaba sobre la camisa que estaban duros como piedras, deseosos que sean mordidos, pellizcados por Javi. Él lo nota y esboza un sonrisa picara, lentamente se acerca y me acorrala hacia una esquina, sin tener mas espacio donde huir, me agarra la barbilla y fija la mirada en la mía, me tenia a su merced, a mi, a la mujer que manejaba todas las relaciones, que tenia más que claro lo que quería de un hombre, me tenia como una perrita deseosa de pija caliente esperando que su amo hiciera lo que quisiera con ella. Siento su lengua entrar en mi boca, sus labios eran suaves, carnosos y tenían rico sabor esa lengua se movía libremente dentro de mi boca ¡que bien que lo hacia! Mordia mis labios, pasaba su lengua por ellos y volvía a hurgar dentro.
    
    Lentamente posa sus manos en mi cintura sin sacar la mirada de la mía, masajea lentamente mis caderas, hasta llegar a mi culo, lo agarra fuerte y me oprime contra su miembro, me siento indefensa esa cosa esta dura a punto de salir y que tanto yo deseaba.
    
    Ese cuerpo! Me tenía presa de la lujuria, ...
    ... era enorme, fibroso, marcado, rudo y esa verga que me pinchaba mi abdomen me tenía totalmente descolocada, me movía al ritmo que llevaba él, era baile tan sensual como ardiente, su respiración en mi oreja me indicaba que ya no aguantaba más mientras seguía moviéndose pasaba de mi cola a mis pechos que ya estaban mas que calientes, lentamente dejamos el ascensor como dos adolescentes jugando a las escondidas, o eso creía yo.
    
    Perdí la noción del tiempo y espacio, solo me dejaba manejar como una muñeca no me importaba que él fuera casado, que en cada cuadro hubiera fotos familiares que me recordaba que ya estaba ocupado, llegamos a su oficina, era calida, grande, con una alfombra cómoda que después constataría. Su mirada había cambiado, ya no era libidinosa con una luz de sensatez, más bien era de una fiera que no le importaba nada. Me tiro de un brazo bruscamente hacia él y al oído me balbuceo con voz ronca "perra esta noche vas a ser mía, vos y ese culo y jamás te vas a olvidar" por dios que intente zafarme ya no era un juego, era mas que eso y no me estaba gustando. Me jaló fuerte del cabello haciéndome arrodillar frente a él y me ordeno que con mis dientes le sacara el pantalón como pude ya que no me permitía su mano moverme muy bien, logré sacárselo, comenzó a pasarla por toda mi cara mientras me decía… perra te gusta la pija lo veo en tus ojos, se que esperaste esta pija toda la tarde y acá la tenes puta hoy te las vas a comer por esa boquita y ese culito de puta que ...