¡Por el culo no, hijo!
Fecha: 11/07/2022,
Categorías:
Incesto
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... dentro de su culo y ella sobre la alfombra.
Al acabar, Peter se puso boca arriba. Tenía la polla morcillona, Mary subió encima de él, cogió la polla y la metió en el coño. Su ceño se frunció. Ya le gustaba de nuevo. Se sentó sobre la polla y movió su culo alrededor, Peter le echó las manos a las tetas y se las magreó. Poco después ya la polla estaba dura de nuevo. Mary se apoyó con las manos en la cama y lo besó. Su cabello le cubría la cara, Peter lo recogió con una mano y se siguieron besando. Mary comenzó a cabalgarlo al paso y volvió a gemir de nuevo: "Ah, ah, ah, ah, uh, uh...!" Gemía, lo besaba, le miraba a los ojos, veía lo guapo que era, volvía a gemir, lo follaba y lo volvía a besar. Cuando sintió que le venía, gimiendo y mirándolo a los ojos lo cabalgó al galope. Peter vio cómo lo miraba con ojos de loca, de repente los ojos se le cerraron y temblando se derrumbó sobre él. Susurrando, le dijo:
-Me corro otra vez.
Al acabar, deshecha, se echó boca arriba, Peter se arrodilló a su lado y le metió la polla en la boca. Mary le hizo una mamada y se tragó su leche.
El mayordomo y lady Winter.
El mayordomo era un hombre irlandés, alto, serio, que vestía de negro. Parecía Lurch, el de la familia Addams.
Era jueves, lady Winter volviera de llevar a su hijo a la biblioteca, Brian, el mayordomo, entró en la habitación de su ama con una bandeja en la que llevaba un plato cubierto con una tapadera y lo puso en una mesa camilla que había frente al sofá donde se ...
... sentaba su ama. Lady Winter lo abrió y vio en él una zapatilla blanca con piso de goma rojo. El mayordomo se sentó en una silla y esperó a que lady Winter se denudase y se echase en su regazo.
Mientras tanto, en la biblioteca...
Peter estaba en una esquina de la biblioteca esperando que apareciese Cat. Apareció con su blusa blanca, su minifalda marrón y con sus zapatillas de deporte blancas. Le preguntó:
-¿Traes contigo el dinero?
-Sí.
-Dámelo si quieres que te enseñe cosas.
Le dio dos billetes de 50 libras. Cat, le hizo una señal a la bibliotecaria. La mujer que se llamaba Lily y que tendría unos 25 años, colgó el cartel de cerrado y cerró la puerta de la biblioteca. Tenían dos horas para gozar con él cómo dos lobas.
Lo llevaron a un cuarto trasero iluminado por una sola bombilla donde había estanterías, máquinas de escribir..., había cosas que ya no usaban, entre ellas un viejo colchón. Peter haciéndose el asustado, les preguntó:
-¿Qué me vais a hacer?
La bibliotecaria, que era delgada y tenía mucho de todo, besó a Cat y le respondió:
-Te vamos a hacer feliz.
-Las mujeres no se besan.
-Las mujeres se comen todo y se corren cómo putas.
-No digas palabrotas.
Cat le dijo a la bibliotecaria.
-Es muy raro, nunca sabes por donde va a salir.
Se acercaron a él, lo flanquearon y lo desnudaron. Peter ya tenía la polla a media asta.
Cat se puso en cuclillas y metió la polla en la boca. Peter, fingiendo estar asustado, le dijo:
-¡No ...