1. Me la cogí por una apuesta


    Fecha: 12/07/2022, Categorías: Hetero Autor: Panda_abr, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato sucedió cuando tenía 29 años y ella 24.
    
    Desde que comencé con mi empresa contraté dos contadoras que se fueron convirtiendo con el paso del tiempo en mis amigas, Ema y Carla, que además de ser eficientes en su trabajo eran guapas y muy bien arregladas.
    
    Después de algunos años contratamos a una secretaria muy bonita, con unos labios carnosos, ojos verdes grandes y un trasero de campeonato y muy, pero muy seria.
    
    Como a Carla le gustaban los retos y las apuestas comenzó a insistirme en apostar:
    
    C - Está bonita la secretaria, pero es tan seria que no le vas a poder agarrar ni la mano.
    
    P - Es muy seria, pero no empieces que vamos a terminar haciendo algo que no debemos.
    
    C - No seas cobarde, vamos, estoy tan segura que no la puedes seducir que te apuesto lo que quieras.
    
    P - No, ahí dejamos esto.
    
    He de decir que Carla tiene una cara muy bonita, ojos grandes café oscuro, cintura estrecha, nalgas anchas y piernas muy bien torneadas, sin embargo su mayor cualidad es que es muy sexosa, cuando la ves se te antoja llevarla a la cama y no solo me pasaba a mi sino a varios clientes de la empresa, pero hasta ese momento nadie la había llevado a la cama pues tenía un novio al que "quería mucho".
    
    Dos semanas después, un viernes que nos habíamos quedado Ema, Carla y yo a trabajar, sacamos unas botellas de vino y durante el trabajo nos terminamos dos y cuando terminamos de trabajar decidimos comprar una botella de tequila y seguir bebiendo en la oficina, ...
    ... entonces volvió a insistir en la apuesta:
    
    C - Que pasó, vas a apostar conmigo o no, te apuesto la quincena, doble o nada.
    
    P - Ok vamos a apostar pero no como dices, si ganas te pago doble quincena, si pierdes me regalas una noche completa de sexo.
    
    C - No, estás loco, doble o nada.
    
    P - Ya te dije, si quieres apostamos como te dije, si no, pues no.
    
    C - Ok, está bien, yo he platicado con ella y no vas a poder, además te voy a dar dos semanas, si quieres.
    
    P - Me parece perfecto y cómo vas a comprobarlo, ¿vas a creer en mi palabra?
    
    C - Claro que no, tienes que traerme su pantie.
    
    P - Ok, pero si gano yo decido donde y cuando es la noche que nos vamos tu y yo.
    
    C - Ok, tenemos un trato
    
    Dos semanas más tarde le entregué la pantie que me pidió (el como la conseguí será motivo de otro relato) y quedamos de irnos de parranda una semana después.
    
    La invité a cenar a un muy bonito restaurant francés con velas y vino, quería que notara la diferencia y que se olvidara de su novio cuando menos por esa noche. La cena transcurrió normal aunque desde que nos vimos ella estaba muy nerviosa, su hermosa sonrisa dejaba ver sus dientes todo el tiempo y adornaba la mesa con su presencia.
    
    Ese día vistió un vestido azul brillante con tirantes que dejaba ver su espalda pues el escote era casi hasta la cintura, zapatillas azules, medias negras y se había alaciado el cabello y se lo había peinado con gel del que tenía brillos que reflejaban la luz de las velas, se veía ...
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