1. Rutina


    Fecha: 13/07/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... bailando, pero la verdad es que me estaba comiendo con los ojos y me gustaba, me sentí deseada, viva, no era un sentimiento sexual, solo un subidón de autoestima. Me sentía bien pero no quería que el crio se hiciera ilusiones, así que aprovechando un movimiento de baile, cambie mi posición con la de Patricia y di la espalda al chico.
    
    Raúl nos trajo un par de copas mas, nos dijo que si volvíamos con ellos pero Patricia dijo que no, que quería seguir bailando. Con un par de copas había perdido la timidez y estuvimos hablando un buen rato.
    
    El bar empezó a llenarse, los grupos a acercarse, a pegarse, yo estaba disfrutando de la conversación, ya no bailábamos, solo nos movíamos un poco, y de repente me di cuenta, estaba frotando mi culo con otro culo, de un hombre, duro, prieto, él no se movía, no sabía si se había dado cuenta, no me aparte, me gustaba la sensación, mire de reojo y era el chico de antes.
    
    No podía ser, ¿lo habría hecho a propósito?, si podría ser su madre, parece tan buen chico, me separe un poco y dije a Patricia que sería mejor sentarnos. Ella asintió con la cabeza y se dirigió hacia la mesa y yo detrás, el chico me miro, yo aparte la mirada, y continué mi camino, pensé que hay acababa todo, cuando me doble, me acababa de meter el dedo por detrás con forma de garfio, presionando con fuerza mi raja, me dolió.
    
    Cerré las piernas lo que pude, por acto reflejo, no soltaba, parecía que quería levantarme del suelo con un solo dedo, casi me puse de ...
    ... puntillas cuando dando un pequeño saltito, pude librarme de él, le mire con rabia, el se limito a pasar el dedo por su nariz, oliéndome, olfateándome.
    
    Me asuste, quería irme de ahí, olvidarlo todo. pero me encuentro que mi marido se dirige a mi hecho una furia, todo paso muy rápido, se que grite, Miguel estaba en el suelo sangrando, y se habría llevado una buena paliza de no ser porque Raúl y los camareros que echaron al chico y sus amigos del bar.
    
    De cómo llegamos a casa no sabría decirlo, estaba en shock, solo hablaba cuando me preguntaban, Miguel tenía un corte en la ceja, nada grave pero muy aparatoso por la sangre, no hizo falta ir a urgencias, con un trapo y un poco de hielo se le paró la hemorragia, pero se notaba la hinchazón y que le dolía.
    
    Al llegar a casa fui directa a la ducha, me apoye contra ella y deje que el agua cálida me cubriera, quería llorar pero no podía, no pensaba en nada, estaba vacía. Tan perdida estaba que no me entere que mi marido estaba en el baño, lo note cuando sentí un dedo en el coño, me gire y le mire extrañada-
    
    —Acabo de darme cuenta de una cosa—me dijo y yo me paralice, no sé que habría visto ni que pensaría pero siguió hablando—No me acordaba de lo buenísima que estas— no pude evitar sonreír.
    
    Saco el dedo y acerco su polla, totalmente dura, a la entrada de mi cueva, me acomode con cuidado para no resbalarme, pero me cogió por las caderas y me la metió de una, con un fuerte empujón, entera, hasta los huevos, me mordí los labios ...