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La receta: El sabor del sexo
Fecha: 13/07/2022, Categorías: Hetero Autor: Aries, Fuente: CuentoRelatos
... sobre su clítoris y labios, restregando la con la intensidad correcta en sentido ascendente y descendente alternando pequeñas succiones que me llenaba la boca de su néctar y que saboreaba excitadísimo mientras le introducía un par de dedos que hacían excitarse aún más… Solamente con meter los dedos en su coño y seguir con mi lengua y mi boca chupándole su rajita conseguí que tuviera un nuevo orgasmo. Estaba cada vez más excitada pero mi polla no aguantaría mucho más y en un momento dado brotaría de ella todo mi jugo que tenía esperando salir mientras ella me repasaba con su lengua todo mi pene haciendo hincapié en mi prepucio que era una bomba a punto de estallar. Se incorporó a la cama dejando apartado el 69 que tan plácidamente estaba siendo para acercar su boca a mi oído y pedirme con mucha dulzura que la follase el culo. Inmediatamente la puse en posición de perrito no sin antes abrir sus cachetes y empezar a lamerlo. Tras varias pasadas con mi lengua por su ano mientras introducía un dedito en su vagina, sus gemidos anunciaban su siguiente corrida y así fue. Mi control mental lo puse a prueba para no correrme ...
... tras la sesión de sexo que estábamos teniendo y el saber que ella no dejaba de correrse tan repetidamente, así que tras ese nuevo orgasmo, me incorporé y agarrándola de la cintura con una mano, la acerque y con la otra agarré mi miembro y se lo fui introduciendo lentamente en su culo que ya estaba bastante dilatado. Al introducir entera mi polla otro gemido volvió a silenciarlo todo, me pidió que le diera fuerte a la vez que ella facilitaba la penetración con un movimiento sincrónico a mis embestidas que cada vez eran más intensas. Su cuerpo se retorcía en aumento y en un instante le llegó otro orgasmo al que esta vez si, acompañé yo con una corrida que le llenó a rebosar su culo de mi néctar. Al sacar mi polla, siguió un hilo blanco que chorreaba por su rajita goteando sobre las sabanas. Nos reincorporamos en la cama exhaustos y extasiados por tan buena sesión. Tras unos minutos en silencio escuchando la música ambiental que provenía del salón, nos miramos y me preguntó si me apetecía seguir probando su postre. Ambos necesitábamos recuperar fuerzas y de un salto nos reincorporamos y fuimos a continuar con nuestra merienda…