¿Nos vamos de casa rural?
Fecha: 14/07/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... terminar en un sonoro y lujurioso beso.
Te ríes.
- Quieta o te morderé de verdad.
Beso justo ahí, donde te gusta, el nacimiento de tus ingles, la parte alta de tus muslos.
Mi lengua desciende por tu ingle derecha, bajando más la frontera textil. La detengo justo cuando va a aparecer tu sexo. Presiono la ropa contra ti. Y meto la lengua debajo, hasta que mi puntita da con el inicio de tu cálida abertura. Sigo avanzando y mi puntita apenas entra un centímetro. Se mueve allí intentando avanzar, pero no puede más. Así que regresa a su sitio.
Me encanta tener tu sexo tan cerca de mi boca, tan a mi disposición.
Podría estar así toda la vida, con tu miel lista para que yo la coma.
Me recreo, no bajo más la sábana, la aguanto con las yemas de mis dedos para que no bajen. Con las puntas de los dedos de la otra mano dibujo el contorno de tu sexo. Recorriendo cada pliegue, dejando entrar un poquito de tela en cada uno de ellos.
Es hermoso, abro mi boca todo lo grande es, y por encima de la sabana consigo metérmelo todo dentro. Mojo la tela con mi saliva consiguiendo que se pegue más a ti y notar mejor tu tacto. Mi lengua entra decidida, metiendo un poco más la sabana.
Con un gemido me dices - Creí que me ibas a destapar toda. - Te has vuelto a estremecer.
Apoyo las yemas de mis índices justo en el borde de la sabana, ya sobre tu piel, cerca de la ingle. Mis dedos se hunden ligeramente en tu piel, descienden recorriendo tu ingle, los labios de tu cueva ...
... aparecen como la fruta más jugosa.
Los huelo muy de cerca, casi los acaricio con mi nariz.
Acerco los dedos de mi mano derecha, te toco estás húmeda y caliente.
-Sigue.
Deslizo un dedo por tu seso, acaricio de abajo arriba con apenas la yema de mi dedo dentro.
-No, que sigas desnudándome.
Bajo un poco más la sábana, te muerdo en el muslo, en la parte alta, cerca de la cara interior.
- ¡Ay! Un pequeño dolor recorre tu muslo
- Te lo mereces.
- Shhh. Sigue.
- Mala.
Beso, la parte alta de tus muslos que quedó descubierta, besitos tiernos, pequeñitos.
-Te saltaste una parte.
Todo en mi se acelera. Deslizo mi lengua y mi labio inferior por tu muslo, hasta llegar a la cadera, beso toda tu cadera, de izquierda a derecha, saltándose tu triángulo mágico.
- ¿Mi sexo no es del cuerpo? Suspiras.
Tu ironía suspirando casi me vuelve loco.
Colmo de besitos tiernos y pequeñitos todo tu sexo, casi parece que lo refresque, pero mi miembro no puede estar más duro.
Sigo con el juego que yo mismo empecé. Besos tiernos y pequeñitos, aunque no quepa más excitación en mí.
Bajo un poco más las sábanas, hasta casi la rodilla, cubro de besos, la zona descubierta.
Tus piernas se mueven.
Miro hacia arriba. Te estas retorciendo ligeramente, tus manos intentan abarcar todo tu cuerpo.
- Sigue.
Cojo con fuerza tus piernas, apretando tus muslos.
- Señorita R, si no paras de tocarte no respondo.
- Jo, ya paro.
Masajeas tus pezones con el ...