Cuernos dolorosos
Fecha: 18/07/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Lucio, tengo 42 años y estoy en pareja, desde hace 3 años, con Zoe que tiene 37, ambos sin hijos. Ella viene de un divorcio y yo quedé viudo 5 años atrás. Nos conocimos en una reunión en casa de un amigo. Cuando me la presentaron sentí una fuerte atracción, y según luego me dijo ella, fue algo mutuo. A partir de allí comenzamos a frecuentarnos, salidas a comer, alguna vez a bailar, cine, teatro, paseos. Ella después de su divorcio fue a vivir con su madre y entre ambas pagaban el alquiler de la casa. Cuando falleció la mamá de Zoe llevábamos 6 meses de afectuosa relación que nos permitía disfrutar en todos los terrenos. Era una delicia compartir charlas, comidas, salidas, y en la cama teníamos sesiones prolongadas, variadas y placenteras que nos dejaban agotados.
Estimando ambos que la relación había madurado lo suficiente decidimos vivir juntos en mi casa y de paso evitando cargar ella sola con el alquiler. Naturalmente ambos conservamos nuestros amigos y así ampliamos el círculo, compartiendo, según afinidad, yo los de ella y ella los míos.
Un jueves de hace dos semanas Zoe me trasmitió mensaje de Juan y su pareja, Eva. Los tres trabajan en la misma empresa. Eva es menudita, cuando mucho de 1,65 de altura y delgada, en pocas palabras, escasa de curvas. Compensa su modesto físico con una cara preciosa, una simpatía desbordante y cosa llamativa, muy equilibrada y madura en su conversación. Ellos pensaban salir a cenar el viernes a la noche y luego a bailar y ...
... preguntaban si queríamos prendernos. Ambos rondan los 35 años y tienen buen aspecto. Como otras veces habíamos tenido reuniones similares muy agradables con ellos accedí de inmediato, quedando que nos buscarían en su auto, pues nuestra casa estaba de camino hacia el restaurant y no se justificaba usar dos vehículos.
Zoe es delgada, de alrededor de 1,70 de alto un poco más baja que yo, con unas piernas estilizadas que suele lucir con polleras sueltas a la rodilla. Se puede decir sin exagerar que es un conjunto proporcionadamente hermoso, lindas facciones, tetas medianas y firmes, y una colita espectacularmente atrayente. Por mi parte soy del montón, no destaco por nada pero el conjunto en general agrada. Soy socio de un estudio jurídico y al físico lo mantengo gracias a la práctica de un arte marcial.
El viernes, tal como estaba previsto, nos buscaron a eso de las diez de la noche y fuimos a un restaurant, de apariencia modesto pero con comida de buena calidad, donde habían hecho reserva para cuatro. Comimos bien y bebimos mejor. El vino lo eligió Zoe, que sabe de eso, y que pegaba perfecto con la comida. La charla hizo que la bebida superara holgadamente el momento de comer, por lo que salimos algo contentos hacia donde pensábamos continuar con algunos tragos y bailar. Al entrar vimos que estaba bastante concurrido y cuando desesperábamos de conseguir mesa nos encontramos con un matrimonio amigo de Juan que nos ofreció compartir la de ellos. Ambos promediando los 40, de ...