Cuernos dolorosos
Fecha: 18/07/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... cuello de él, besándose, mientras las manos de Juan se ocupaban de las nalgas de Zoe. Si bien podía esperarlo por lo visto anteriormente, ese espectáculo me impactó. Lentamente me sobrepuse, busqué una ubicación que me permitiera observarlos de perfil y justo encontré el lugar apropiado. Una luz del otro lado me dejaba verlos con cierta nitidez así que saqué el celular y me dispuse a filmar.
Cuando terminó el beso se separaron un poco como para dar espacio a las manos, ella palpando el bulto que mostraba el pantalón mientras él metía su mano derecha bajo la pollera buscando una conchita seguramente empapada, y la mano izquierda oprimiendo una teta. Que la mano de Juan estaba en su objetivo y los dedos habían entrado profundamente en la vagina se hizo evidente cuando Zoe abrió súbitamente la boca y tiró la cabeza hacia atrás. A partir de ese momento el movimiento de entrada y salida se volvió frenético, ella con la mirada fija en los ojos de él, agarró con las dos manos la muñeca acompañando el vaivén, como si Juan no tuviera la fuerza suficiente para introducir bien adentro los dedos. De pronto ella paró el movimiento manteniendo la mano apretada firmemente contra su entrepierna, puso los ojos en blanco y comenzó la convulsión típica del orgasmo donde los músculos alcanzan su máxima tensión y pasan luego a distenderse. Eso hizo que Zoe se fuera deslizando pegada a la pared para quedar sentada, con los ojos cerrados, la cabeza ladeada hacia un hombro y la pollera en la ...
... cintura.
Juan la dejó descansar un momento y luego la ayudó a incorporarse. Ya repuesta llevó sus brazos al cuello juntándose nuevamente los labios de ambos, sin la urgencia anterior, ella saboreando la lengua de él y como agradeciéndole el placer recibido. El beso terminó cuando las manos de Juan fueron a los hombros de ella haciéndola bajar hasta que las rodillas tocaron el piso y la cara quedó a la altura de la bragueta. Cuando ella bajo el cierre, sacó la pija y la introdujo en la boca ya no pude aguantar más, dejé de filmar y doblado de dolor caminé vacilante hacia la mesa que ocupábamos. Un poco antes de llegar saqué fuerzas de flaqueza y me erguí, les pedí disculpas porque me iba a retirar pues tenía muchas náuseas y le rogué a Eva que la acercaran a Zoe cuando terminara la velada.
Saliendo reapareció el dolor intenso. El cuerpo, solidario con el alma, se dolía en sintonía con ella, dolor que nunca antes había sentido. Tomé un taxi y en veinte minutos estaba en casa cuando el reloj marcaba las dos de la madrugada. Mi organismo aguantó justo para llegar a baño donde vomité todo lo que tenía en el estómago. Los intestinos también se hicieron notar arrojando todo líquido. Cuando me sentí algo mejor me bañé, busqué y llevé a la cama una botella de agua, me acosté y recorriendo con el pensamiento cada parte del cuerpo traté de relajar los músculos que estaban contraídos por la bronca y el dolor. Algún alivio logré aunque no pude dormir.
Eran las seis de la mañana, ...