1. Infiel por curiosidad


    Fecha: 23/07/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gusti71, Fuente: CuentoRelatos

    Si bien intento relatar mis historias con cierto tono erótico, todas son y serán absolutamente reales. En este caso se trata de una que me dejó un aprendizaje, las mujeres pueden ser tan básicas y elementales como los hombres en sus motivos para ser infieles.
    
    Durante mis años en la facultad, había una de mis compañeras de estudios que llamaba la atención de todos los hombres. Alta, pelo oscuro, tez blanca, ojos oscuros, lindas tetas de buen tamaño y paradas cuyos pezones solían notarse debajo de su ropa en verano, cintura pequeña y culo parado en forma de manzana, no demasiado grande.
    
    Fuimos buenos compañeros y yo jamás intenté nada con ella, sabía que varios lo habían intentado sin éxito y ella se declaraba fiel a su novio, con el que estaba desde sus tiempos de adolescente.
    
    Al terminar la facultad, cada uno consiguió trabajo relacionado con nuestras profesiones pero en diferentes empresas, hasta que con 24 años coincidimos en la misma compañía dedicada a desarrollo de software.
    
    Solíamos quedarnos hasta tarde y ser los últimos en salir (yo tenía las llaves de la oficina dada la confianza que me tenían los dueños). Teníamos mucha confianza y hablábamos de todo, incluyendo de sexo, por lo cual a veces la cosa se ponía cachonda, pero hasta ahí llegábamos, solo conversaciones y chistes subidos de tono.
    
    Para ese entonces ella llevaba solo 3 meses de casada y yo estaba hacia un par de años con mi novia de ese momento.
    
    Fue en una de esas noches de trabajo que ...
    ... ocurrió lo que no hubiera imaginado que podía llegar a pasar.
    
    Estábamos cerrando las ventanas de las oficinas y escuche que se quejó porque se había trabado la persiana. Desde donde estaba le pregunté “necesitas ayuda? Sabes que podes contar con mis manos para lo que necesites…” usando un tono insinuante que usábamos para bromear en doble sentido. Al mismo tiempo que me dirigía para esa oficina para ver si realmente necesitaba ayuda, ella salía y nos cruzamos en la puerta casi cara a cara, y sin retirarme ni hacer espacio y tomándola por la cintura le pregunté “segura que no necesitas de mis manos?”
    
    Por primera vez desde que nos conocíamos ella se ruborizó, bajo la cabeza y me respondió “nooo, jajajaja, salí que me pones nerviosa tarado!” pasó haciendo que nuestros cuerpos se rocen y por supuesto la dejé pasar y me reí. Cerramos la oficina y nos fuimos cada uno a su casa.
    
    Al otro día, cuando la vi entrar, supe de inmediato que lo del día anterior había generado algo. Ella fue a trabajar totalmente arreglada como nunca antes, su maquillaje diferente, su ropa diferente. Llevaba una camisa muy escotada y podía notar muy claramente que no llevaba sostén y un pantalón blanco súper ajustado que jamás le había visto que se encajaba profundo en su culo y le marcaba su vagina por delante.
    
    Durante todo el día de trabajo se mostró provocativa, cada vez que venía a mi escritorio para revisar algo juntos se llevaba la lapicera a la boca y en varios momentos se inclinó frente a mi ...
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