1. Me vuelven romper el culo en el parque de Santa Cruz.


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Gays Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues

    ... culo, y dando unas palmaditas en mi culo, dijo, has estado estupenda gatita, tienes un buen culito, espero que no sufras con tremenda polla que te está esperando. Me agaché y cogiendo el pantalón, lo levanté un poco para meter la mano en el bolsillo, y sacar un trozo de papel, y limpiar un poco el semen que me escurría por las piernas y salía por el huequito de mi culo. El joven negro, había sacado otro papel, y me ayudaba a limpiarme un poco. Tienes la polla que no para de gotearte semen, me dijo. Pero no te preocupes, que yo te haré correr de placer. Me iba diciendo el joven negro, mientras me ayudaba a limpiarme un poco, y de paso aprovechaba a meterme mano. Espera un poco a que descanse, le pedí. Ven, vamos a sentarnos en el banco, y subiéndome los tejanos y aguantarlos con su mano, para que no me cayeran a los tobillos, y así pudiera andar mejor, me llevó hacia el banco. Nos sentamos, y sin esperar, me sacó por completo los tejanos, sacándome también las zapatillas deportivas que llevaba. Luego se sacó su pantalón y camiseta que traía, y abrazándome me llevó a sus piernas, haciendo que mis piernas salieran por el otro lado del banco, y de esa manera, quedáramos cara a cara, yo sentado sobre su regazo y abrazado a él. Empezó a besarme por toda la cara, mordió mis labios, para luego pasar su lengua por ellos, terminando por meter su lengua en mi boca. Jugamos con ellas y saboreamos toda la boca, el la mía, y yo la suya. Luego me fue mordiendo por el cuello, cosa que me ...
    ... hacía temblar y dar suspiros y gemir de placer. Siguió bajando por los hombros dando mordiscos, luego apartándome con sus manos, fue bajando hasta las tetillas, para succionarlas, y dar pequeños mordiscos. ¡Dios! Aquel joven negro si sabía tratarme, aquello más que follar, era hacer el amor. Ya me tenía a punto de caramelo, y él también debía de estar listo, pues notaba su polla tiesa como un mástil, la notaba pegada a la mía, y me rozaba los huevos. Me sujetó por las piernas, pidiéndome que me levantara un poco, para ayudarlo, que me iba meter la polla así sentados. Me incorporé un poco, y como si fuese un muñeco, me levantó en brazos, luego me dijo que me sujetara en su cuello, que iba colocar su polla en la entrada a mi culo. Ve ahora bajando poco a poco. Cuando notes que te hace daño, para y avísame. Fue entrando aquella larga polla en mi culo, hasta que noté que no iba más. Me dijo que ahora fuese subiendo poco a poco, y luego bajase poco a poco otra vez. Y así cabalgando lentamente sobre su polla, fuimos empezando a movernos. Cada vez la cosa iba a mayor velocidad, y notaba como la polla se me enterraba más y más, hasta que en un momento, ya la tenía toda dentro. ¡Ohhh dios! Si llevaba toda la noche gimiendo sin parar, ahora más que gemir, daba grititos de placer, y hasta lloraba de gusto. No se cuanto tiempo llevábamos así, lo que sí se, es que los 2 estábamos sudando por todo el cuerpo, y le estaba dando un mordisco en su hombro, ya que estaba corriéndome como si fuese ...
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