Isabela quería buen sexo
Fecha: 03/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... sentir ese poder de ser un cabrón libre de consecuencias. Isabela tomaba su tanga por los lados, la puso encima del liguero, supuso que así sería más fácil quitarla, tuvo razón, la deslizaba lentamente hacia abajo sin doblar las rodillas como su semental pidió, él disfrutaba ver esas preciosas nalgas tan jodidamente firmes y redondas empinarse apuntándole a la cara, ella llegaba hasta abajo, la sacaba por debajo de sus tacones y se daba la vuelta con el coño expuesto ante aquel interesante desconocido que miraba todo menos su cara.
—El brasier — exigió él con firmeza.
Ella se retiró decididamente el brasier animada por la lujuriosa mirada de él, sacó sus lindas tetas redondas a pasear a la vista de él y Gabriel disfrutaba la diferencia, Natali tenía un abundante par de buenas toronjas que le llenaban la mano, Isabela tenía un lindo par de tetas más pequeñas, pero sin duda más redondas y firmes, además a él nunca le encantaron los enormes pezones cafés de su novia, los lindos y pequeños pezones de Isabela eran más sexis, lo dicho, mejor calidad que cantidad.
—¿Dónde está tu cuarto? — preguntó a modo de exigencia, ella sólo le apuntó una puerta.
Él se levantó desnudo de aquel sillón, ella le lanzó la mirada por todo su macizo y enorme cuerpo viril, espabiló y comenzó a caminar a la puerta que le había señalado, él disfrutaba morbosamente verla con las medias, los tacones, el liguero y nada más, ese lindo culo redondo caminando frente a él y vestida como una ...
... prostituta, todo era tan lujurioso y morboso, Natali siempre usaba esas horribles bragas enormes y esos brasieres gruesos y blancos de abuela.
Ella abrió la puerta y se enfrentó a la imagen de su cama, le vinieron mil imágenes de ella teniendo ese patético y tan “adolescente” sexo con Matías, torpe, lento, siempre parecía que él tenía vergüenza o nervios, divagaba y su seguro amante la empujó delicada, pero firmemente por la cadera.
—Ponte en cuatro en la cama — dijo claramente.
Ella se subió lentamente a la cama, se sentía bien estar bajo las órdenes de un hombre tan firme, Matías nunca se hubiera atrevido a pedírselo así a su Sara.
Ella disfrutó ponerse en cuatro patas en la orilla de la cama, se había hecho fotos morbosamente así, sabía que lucía bien, que sus lindas nalgas redondas se veían deliciosas, que su lindo coño se asomaba y que su delicada espalda hacia una curva sexi, él disfrutaba esa vista, se acercó, ella lo veía volteando hacia atrás, él abría sus nalgas firmemente con ambas manos viendo morbosamente sus lindos agujeros, se ponía de rodillas detrás de ella y hundía morbosamente la cara en su lindo trasero, ella gimió al sentir la cálida lengua de su nuevo amante en su viscoso coño, él sostenía sus preciosas nalgas con ambas manos y ella le echó el culo atrás restregándoselo en la cara lujuriosamente, él soltó sus nalgas para sentirlas sobre la cara, Isabela se retorcía y gemía por su húmeda lengua paseando por su coño y su cálida respiración en su ...