Solo para ti
Fecha: 13/08/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Recuerdo esa noche, entre y te vi entre la multitud, nuestros ojos se cruzaron en ese gran salón y adore tu mirada al instante, poco a poco nos acercamos, atraídos por algo invisible, nos presentamos y por detrás alguien me saludo, te cogió la mano y me presento, mi alma se partió en mil pedazos cuando descubrí que nada pasaría entre tú y yo, lo nuestro acabo aun antes de empezar, desde ese momento cualquier historia entre nosotros estaba prohibida, pero señores no saben ustedes que basta con prohibir algo, para hacer que pase a ser aún más deseable?
Eso me paso a mí, el resto de la noche te observe, te escuche embelesada mirando tus labios al hablar y yo esa chica liberal, la que juraba nadie domaría caía en tus redes sin echarlas siquiera.
Esa noche acabo y me dormí pensando en ti, soñé con tus caricias y el problemas no es que estuvieras en mis sueños, el problema es que no podías estar en mi realidad.
No volví a verte en semanas, hasta que la vida nos volvió a reunir, un fin de semana por delante y mucha gente más.
Para mí solo existías tú, tus conversaciones, tus miradas, tus besos a ELLA.
Eso hacía que me doliera el alma y me recordaba de nuevo que lo nuestro estaba prohibido.
Estábamos en el campo y me caí, tú me diste la mano para levantarme y note chispas entre nosotros, tus manos rozaron mi piel y estabas tan excitado como yo, el temblor de tus manos te delataron. Tus ojos lanzaban chispas y te apartaste, tú sabias que no podías sentir eso por ...
... mí.
Escapaste de mi lado tantas veces como pudiste, aunque cada vez nos costaba más, te amaba tanto que adoraba oír tu voz, verte a lo lejos y solo saber que estabas allí ya me llenaba el alma de felicidad.
Nunca pedí una vida más fácil, solo pedía ser más fuerte, para ser capaz de decir que no al amor, al deseo de sentir tus caricias, tus besos, el calor de cuerpo desnudo junto al mío. Y oculte durante meses mis sentimientos, tú hacías lo mismo con los tuyos y tan solo disfrutamos el uno del otro a lo lejos.
Un día nos encontramos en el centro, jamás olvidare ese día en el que tuve que concentrar todo mi amor por ti.
Nos saludamos y me invitaste a un café, nos sentamos en esa mesa redonda y demasiado pequeña, nuestras rodillas se rozaron, y volvieron a saltar las chispas.
En ese instante me miraste, cogiste mi mano y me dijiste:
-a veces me pegaría, por no ser capaz de tener el valor para ir a buscarte y cometer todas las imprudencias que esto que hay entre nosotros exija, sé que sientes lo mismo –me dices nervioso-
-no es posible, no podemos hacerle esto, ella te adora y yo la adoro –te digo con pesar-
-yo también pero no puedo evitar esto que siento por ti nena.
-podemos como hasta ahora hacer como que no sentimos nada –te aconsejo sin estar demasiado convencida-
-quieres que haga como que no siento esta locura por besar tus labios, por desnudar tu lindo cuerpo y besar cada rincón de él mientras te repito mil veces que te amo y que siempre te ...