1. Solo para ti


    Fecha: 13/08/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hombros desnudos, baje el calzoncillo y tu sexo apareció ante mis ojos, tu polla se me antojo preciosa, respire echando mi aliento sobre ella y tú me levantaste por debajo de los brazos.
    
    -ven preciosa
    
    Me llevaste a la cama y me sentaste al borde de esta, te arrodillaste ante mí y volviste a besarme, bajaste por mi cuello y de nuevo en mi escote, esta vez no te paro el sujetador, sacaste mis pechos y jadeaste justo antes de besarlos, de mordisquear mis pezones ya duros.
    
    Tus dedos y tu boca acariciaron mi vientre, mis muslos, mis piernas y volvió a subir, se detuvo en mis muslos, besándolos, lamiéndolos, mordisqueando la cara interna y subiste a mis inglés, mi sexo palpitaba anhelante, casi me daba vergüenza la humedad que encontrarías, cuando tus dedos buscaron mis braguitas y apretabas en el centro hundiéndolos en mi sexo con solo la braga separándote de mi interior.
    
    -levántate preciosa te quiero desnuda
    
    Desabrochaste mi sujetador sin dejar de mirarme y bajaste mis bragas, volví a sentarme y me abriste las piernas, llevaste tu boca al centro de mi cuerpo y abriendo los labios de mi vagina posaste tu lengua, lamiste toda mi rajita, me dolía el sexo de tanto deseo, succionaste y hasta mordisqueaste mi vulva. Yo jadeaba mirándote, agarre tu cabeza y te empuje un poco hace mi sexo, metiste tu lengua en el penetrándome hasta que tuve un orgasmo sin dejar de mirarnos.
    
    -te deseo tanto que me duele, me da miedo no darte lo que quieres, lo que necesitas, guíame ...
    ... princesa. Dime lo que quieres
    
    -te deseo solo a ti, hazme el amor, follame, dámelo todo porque hoy soy enteramente tuya
    
    Te levantaste y tirando de mí me sentaste en la mesa que había, abriste mis piernas y te colocaste en medio y tu polla rozo mi coño hambriento, me agarraste los muslos y te hundiste en mí. Me estabas follando y me estabas volviendo loca, entrabas y salías, una y otra vez, dentro y fuera hasta que no pude más y agarrándome a la mesa me corrí, apreté tu polla en mi interior y me miraste
    
    -me encanta estar dentro de ti, he soñado tantas veces con follarte
    
    Me levantaste de la mesa y me llevaste a un sillón, subiste una pierna mía, y mientras me acariciabas volviste a penetrarme, me tocabas la pierna y empujabas dentro de mí, detrás de mí, mordiéndome un hombro, empujando, empujando moví mis caderas apreté tu polla y note como te corrías jadeando, mordiendo, lamiendo y besando mi hombro. Aun acariciabas mi muslo cuando saliste y note como por mis muslos escurrían tu semen.
    
    Nos duchamos juntos y nos tumbamos en la cama, ambos de lado, volvimos a acariciarnos, hablamos de encuentros pasados y me dijiste:
    
    Desde que te vi en la fiesta supe que serias mi condena, con el tiempo fuiste mi amor prohibido, esa mujer que por más que intente jamás dejare de amar.
    
    Me fundía con tus palabras, con tu mirada, con tus caricias ahora dirigidas de nuevo a mi entrepierna, te colocaste mi pierna sobre tus caderas y frotabas mi coño de nuevo mojado, metías tus dedos ...