Samuel y Carmen
Fecha: 13/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dicho nada porque sé que odias estos eventos.-Me sorprendí mintiéndole.
-Si cariño, has hecho bien, los odio.-Dijo separándose de mi.
-Te he dejado la cena preparada encima de la mesa del comedor, no creo que venga muy tarde.-Jamás le hacía la cena pero creo que mis remordimientos influyeron bastante.
-¡¿y eso?!.-Oí decir desde la habitación.
-Me sentía culpable de dejarte solo.-En cierta manera no le estaba mintiendo.
-No seas tonta cariño, no pasa nada.-Decía riéndose cariñosamente.
Sentí el sonido de un claxon, sin duda era mi coche.
-¡Me voy Samu!.-Dije alzando la voz.
-¡Vale!, ves con cuidado.-La voz de Samuel se mezclaba con el ruido del agua de la ducha.
Un Mercedes con los cristales tintados esperaba en la puerta de casa, por un momento sentí pánico que Samuel pudiera ver aquel coche, me notaba idiota de tener tanto secretísimo por una tontería como aquella, sin darme cuenta acelere para alcanzar los escasos Díez metros que me separaban del coche, por suerte Samuel estaba duchándose y desde el lavabo no podía ver la puerta principal, un hombre perfectamente uniformado me esperaba con la puerta abierta.
-Buenas noches Sra. Carmen.-Dijo nada más llegar.
-Buenas noches.-Dije deseando que arrancara lo más rápido posible.
Me sentí más aliviada cuando el coche quedó fuera de la línea de visión de cualquier ventana de la masia, a medida que nos acercábamos a la casa de Santiago un nudo se apoderaba de mi estómago, mi cabeza no dejaba de ...
... darle vueltas a todo aquello, me auto convencía de que simplemente esa noche cenaría y buscaría la manera de rechazar la oferta, lo sentía por Alejandro pero tenía que terminar con todo aquel asunto, tenía mis clases y era feliz con ello no necesitaba nada más.
Al llegar a la verja notaba mis manos húmedas, la puerta se abrió automáticamente dejando el paso libre, si de día aquella era bonita de noche se multiplicaba por diez, alumbrada con focos a la inversa resaltaba en la oscuridad del bosque dándole un halo especial, al llegar el chofer se bajó y directamente me abrió la puerta, al momento apareció Santiago en la puerta de la casa, su traje había mudado de color pero seguía siendo igual de elegante.
-Buenas noches Carmen.-Santiago me cogió por los hombros para volver a sentir su fina barba sobre mis mejillas.-Me alegro mucho que hayas venido.-Otra vez su mano en mi cintura guiándome hacia el interior de la casa.
Atravesamos una gran sala en la cual no había un solo rincón que no hubiera algún cuadro o escultura mis ojos se volvían locos intentando admirar cada detalle sin dejar de seguir andando.
-¿Todos son suyos?.-Le pregunté sin dejar de recorrer con la vista cada rincón de la sala.
-Prácticamente todos, más que míos son de la familia, muchos años en este mundo.
Notaba como su mano no sólo estaba apoyada en mi cintura sino que se aferraba sintiendo la fuerza de sus dedos sobre ella, se conocía que era un gran seductor, hacía que te sintieras acunada por ...