1. Ella concertó una cita por internet


    Fecha: 18/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... dudas sobre si íbamos a encontrar habitaciones disponibles y así se lo hice saber a ella. De pronto nos toca ponernos a buscar y ese programita si no me gusta, comenté. Esperemos, dijo ella. Y siguió conversando con el muchacho, como si nada. ¿Qué lugares frecuentas? No muchos, la verdad. Y soy nuevo en esto, dijo.
    
    Llegados al lugar, como presentía, los sitios estaban concurridos. El lugar habitual no tenía habitaciones disponibles, así que hubo de necesidad de ir de sitio en sitio, preguntando sobre la disponibilidad y comentando nuestra situación, porque no siempre permiten que entren tres personas a una habitación. Y, en efecto, tuvimos que deambular por varios sitios antes de que encontrar habitación disponible y ser aceptados.
    
    La llegada a la habitación fue todo un proceso. El lugar no tenía ascensor y tuvimos que subir por escaleras hasta un quinto piso, que era el único lugar al que nos permitían ingresar a los tres. De manera que, por lo menos para mí, aquellas circunstancias no eran aptas para calentar el evento sino, por el contrario, confabulaban para que se enfriara.
    
    Por fin, después de muchas peripecias, llegamos a la esperada habitación. No era nada del otro mundo; un lugar pequeño y algo estrecho, pero con lo necesario para lo que se anticipaba. Ella entró al baño de inmediato, dejándonos a los dos solos en la habitación. Al rato, y quizá para hacer que las cosas fueran más rápidas, ella salió mostrando sus caderas y torneadas piernas, pues se había ...
    ... despojado de la chaqueta y su falda. SE veía bastante provocativa en esa vestimenta, así que Andrés, muy respetuoso, se acercó a ella, situándose a su lado, acariciando sus muslos y, con desparpajo, empezó a estimular su vagina con la mano.
    
    Ella se entregó al gesto de él y se dedicó a experimentar las sensaciones que aquel le producía al estimular su clítoris. Poco a poco, él fue atreviéndose un poco más y empezó también a besar y acariciar su cuerpo, sus hombros, sus brazos, sus pechos, su vientre y sus muslos. Y poco después, sin musitar palabra, se animó a despojarla de su blusa roja y sus bragas, dejándola tan solo vestida con su brasier, sus medias y zapatos. Y él, por su parte, también, poco a poco, se fue desvistiendo sin dejar de estimular el sexo de mi esposa.
    
    Llegado a este punto, él decidió estimular el sexo de mi esposa con su boca y, para ello, se acomodó para realizar un 69. Colocó su cuerpo sobre el de ella y accedió a su sexo, dejando su pene disponible para que mi esposa le correspondiera. Y ella, así lo hizo. Su miembro no era muy grande, así que ella pudo manipularlo con su boca sin dificultad. Y en esa posición permanecieron concentrados por varios minutos. Andrés lamía con muchas ganas el sexo de mi mujer que para aquel momento ya debería estar lubricado y dispuestos para lo demás. Y mi esposa, con su boca, ya había logrado que aquel miembro estuviera duro y erecto.
    
    A continuación, él retiró el brasier a mi esposa y se dedicó a besar, a lamer y ...