1. Ella concertó una cita por internet


    Fecha: 18/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciar sus senos. Y, posteriormente, le pidió a ella que se diera vuelta y se colocara en posición de perrito. Ella pensó que él la iba a penetrar, pero ¡no! él quiso seguir chupando su sexo, pero ahora desde atrás, lamiendo también su ano. Y ella, al parecer, se encontró a gusto. Nunca antes nadie había hecho con ella algo parecido, así que, cerrando sus ojos, enfocaba su atención en las sensaciones que aquel le producía.
    
    Poco después, ya más animado, aquel finalmente se decidió a ir dentro de mi esposa y, en posición de misionero, colocando su cuerpo sobre el de ella, la penetró y empezó a empujar rítmicamente, metiendo y sacando su miembro de la vagina de mi mujer quién, para aquel instante, se encontraba encantada con la faena. El, para llegar más profundo dentro de su vagina, se empinaba sobre ella apoyándose en sus piernas. La escena era excitante y, estando en esa posición y al calor del momento, por fin, después de varios minutos llegaron a besarse, señal inequívoca de que la estaban pasando bien.
    
    Aquel, moviendo su cuerpo sobre el de ella, en esa posición, logró que ella se excitara al punto de empezar a gemir, como solo ella sabe hacerlo. Y eso estimuló a que él se moviera con más vigor y acelerara sus embestidas hasta que, presa de la inmensa excitación, ella lanzó un fuerte gemido, indicando que había alcanzado lo máximo y estaba experimentando un fantástico orgasmo. No sé si él también lo alcanzó, pero siguió embistiendo y embistiendo un rato ...
    ... más.
    
    Ambos quedaron tendidos sobre la cama por un largo rato, recuperándose del esfuerzo. Y, cuando todo parecía indicar que aquello había acabado, fue mi esposa quien tomó la iniciativa para despertar aquel miembro dormido y, llevándoselo a la boca, empezó a estimularlo nuevamente. Andrés no tardó en estar a punto y, mostrando vigor, puso a mi esposa en posición de perrito, penetrándola desde atrás, posición desde la cual se atrevió a incrementar la excitación de ella, metiendo sus dedos dentro del culo de mi mujer. Ella no dijo nada y se entregó a la experiencia. Nunca antes le habían hecho aquello.
    
    Poco después ella se retiró, se volteó, se acostó de espaldas sobre la cama, boca arriba, abrió sus piernas y le indicó que se aproximara. El entendió la invitación y volvió penetrarla, como antes lo había hecho. Ella, al parecer, encontraba agradable aquella verga y, levantando sus piernas y doblando sus rodillas, permitió que aquel hombre la complaciera nuevamente. Y así fue. Al poco rato ella empezó a agitar sus piernas, arriba y abajo, y a gemir, primero con bajo volumen y luego, gimiendo más fuerte, hasta que volvió a llegar al clímax bajo el cuerpo de aquel dedicado y atento muchacho.
    
    Esta vez fue suficiente. Ambos, al parecer, habían agotado sus energías. Ella llegó a sugerir que podían esperar un poco más, pero el manifestó que ya tenía un compromiso y que no se podía quedar. Agradeció la oportunidad y la experiencia y, despidiéndose muy respetuosamente, nos dejó. Ella, ...