1. El tipster (Parte 2)


    Fecha: 30/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Sempiterno, Fuente: CuentoRelatos

    ... unía.
    
    —¡Cualquier problema que hayan tenido en el pasado, lo solucionan ahora mismo! No toleraré peleas en mi casa —nos dijo su mamá con un tono imperativo.
    
    Asentimos en silencio, y nos dirigimos a la sala de la casa. Carmen nos dejó solos para hablar.
    
    —Carlos… No soy nadie para decirte nada. Pero te ruego consideres lo que te voy a decir. Jimena se ha equivocado… lo ha jodido y lo sabe. Yo creía que no eras un buen partido para ella, pero ahora me doy cuenta de que ella siempre te amo. Ha tomado decisiones muy erróneas y yo entiendo que esto sea… totalmente inaceptable para ti. Pero ahora ella te necesita. Mucho, de verdad. Está hundida. Muy jodida. Te lo pido por favor, necesitas hablar con ella, está muy preocupada porque no le contestaste los mensajes.
    
    —Lucía, hablaré con ella, pero no pienso perdonarla, solo será para aclarar las cosas. Es más, me cuesta solo recordarla.
    
    —Está bien, pero que sea cuanto antes, la veo muy pálida. Sus padres se preocuparon ya que no paraba de llorar, y no recibe la comida que le dan. Incluso están todo el rato con ella, ya que temen que se haga daño.
    
    Lucía hizo una llamada, me dijo que acordó una reunión con Jimena. Carmen se ofreció a llevarnos. Su hija seguramente le contó lo sucedido, sacó sus propias conclusiones y decidió ayudarnos.
    
    Al llegar a su casa, los padres de Jimena estaban juntos esperando en la sala. Esto daba razón de lo delicada que era la situación, ya que ambos estaban divorciados. Nos dijeron ...
    ... que ella solo quería verme, por eso se quedaron en la sala conversando con Carmen. Lucía me acompañó hasta su cuarto y se fue para que pudiera hablar a solas con Jimena.
    
    Al llegar vi a Jimena como ida, aturdida. Sin apenas reacción, me sorprendí porque había enflaquecido mucho en este corto periodo de tiempo. Solo cuando me vio, comenzó a llorar de nuevo.
    
    —Lo siento, Carlos, de verdad que lo siento… Perdóname —me suplicaba entre sollozos.
    
    Me acerqué y me senté a su lado, me abrazó con mucha fuerza, pegando su rostro en mi pecho. Casi histérica. No paraba de llorar y me quedé a su lado intentando que su desconsuelo fuera remitiendo. Pero continuaba con un lloro convulso, de fuertes estremecimientos.
    
    Sus ojos eran dos pozos azules de la cual brotaban ríos de amargura, lamento y tristeza.
    
    Sé que cuando hay otra persona delante mientras lloramos, internamente necesitamos que no se vaya porque, de ser así, estaría confirmando ese miedo irracional de ser rechazados.
    
    Al verla llorar se me vino a la mente la Rima XIII de G. A. Bécquer:
    
    Tu pupila es azul, y cuando ríes,
    
    su claridad suave me recuerda
    
    el trémulo fulgor de la mañana,
    
    que en el mar se refleja.
    
    Tu pupila es azul, y cuando lloras,
    
    Las transparentes lágrimas en ella
    
    se me figuran gotas de rocío
    
    sobre una violeta.
    
    Tu pupila es azul, y si en su fondo
    
    como un punto de luz radia una idea,
    
    me parece en el cielo de la tarde
    
    una perdida estrella.
    
    Jimena había traicionado mi ...
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