1. Historia de una venganza


    Fecha: 01/09/2022, Categorías: No Consentido Autor: Thotem, Fuente: CuentoRelatos

    ... miró, un hilo de lefa le salía de la comisura de sus labios. Aproveche para hacer zoom al IPhone y dejarlo en primer plano.
    
    β€” ¡Te toca, tío! β€” me dijo mi sobrino β€” yo voy a filmar, déjame el móvil.
    
    β€” Primero el guarda β€” conteste sin levantar la cabeza de la pantalla del móvil.
    
    β€” Si no os importa yo prefiero pajearme β€” contesto el guarda, mientras se sacaba una polla erecta de su bragueta.
    
    Di instrucciones a mi sobrino del funcionamiento del video de alta calidad del IPhone y me dirigí hasta ella aprovechando mi turno, ella no podía reincorporarse, parafraseaba consigo misma, me arrodille en el suelo, le abrí las piernas, tenía el coño que rebosaba lefa, llevaba el tanga a un lado; con el ansía que provoca la excitación se lo quité y se lo introduje entero en su coño para que quedara taponado. La volteé y la puse a cuatro patas. Solo quedaba el conducto anal para usar.
    
    β€” Me encuentro fatal β€” murmuro la sra. García.
    
    β€” Aguanta que es el último round β€” le conteste mientras cogía una posición adecuada a la trasera del culo.
    
    La excitación me hacía tener la cabeza hinchada como llena ...
    ... de agua, los miré a ellos, mi sobrino filmando, el pulga fumaba y el guarda con su cara contraída ya empezaba a pajearse. Abrí las nalgas de par en par, el orificio quedo a la vista. Miré hacía ellos y dije:
    
    β€” ¡Tiene el culo hecho la puta! β€” al mismo que embestía para adentro.
    
    Di un primer bombeo de entrada, para tantear la profundidad, me habían entrado unos 10 cm de los 17 que gasto. Volví a sacarla, escupí sobre el ano y con toda mi alma la empotré. Quedó encallada a fondo. Saqué otra vez y empecé a pistonear. Ella daba bramidos y alaridos. El corazón me latía a 1000 por hora. Seguí bombeando sin compasión. Los brazos de ella no le aguantaron, mordió el polvo del suelo. Me corrí como un semental de raza. Dejé la lechada dentro de su culo. Me incorporé, entonces se acercó el guarda excitado al mismo tiempo que se masturbaba dejando la corrida encima del vestido de ella.
    
    Terminado el espectáculo analice la situación. La incorporamos amablemente y le pusimos bien el vestido.
    
    Dos semanas más tarde tenía montado el video (con las caras tapadas, obviamente) y era enviado al señor García. 
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