1. En tiempos de cuarentena


    Fecha: 03/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos

    ... manos y acariciara sus pezones, sentía como se ponían duros y sobresalientes, acerque mi boca a su pecho y fui besándoselos y lamiéndolos; rodamos en el sillón y la recosté, comencé a acariciar su cintura, a tantear por su vientre, ella a su vez me saco la camisa con rapidez, sus manos cálidas apretaron el vello de mi pecho y arañaron mi espalda, baje su leggings y con todo y zapatos fueron aventados por sobre el sofá.
    
    Comenzamos a besarnos con fuerza, ella se aferró a mi cuello y yo me apoye en mis brazos, nos besamos con fuerza durante unos minutos, después de lo cual se soltó y se pasó las manos por el rostro, respiraba agitada y con los ojos cerrados, aproveche a recostarme hacia el otro lado, estábamos ahí los dos, ella se acomodó, se tapaba el pecho con la mano y no me miraba a la cara, fue cuando su teléfono sonó…
    
    Estábamos los dos viéndonos y sonó el teléfono, que coincidencia, ella lo tomo rápidamente y quedo viendo unos segundos antes de contestar, me mostro de quien venía la llamada, era mi novia.
    
    Yolani:
    
    -Hola.
    
    -Si en mi apartamento.
    
    -me trajo las cajas, gracias por guardármelas.
    
    -está lloviendo, esta algo fuerte, se… se escucha fuerte y hasta ya vi unos relámpagos.
    
    -¿Víctor? Si, acomodamos el sofá. Sola no podía hacerlo.
    
    -Creo que sí, espera un momento…
    
    Ella se acercó a mi cara, con el teléfono pegado a su oreja, viéndome con malicia.
    
    Luego volvió al teléfono…
    
    Yolani:
    
    -Creí que lo alcanzaba, pero ya se fue ¿Cuánto tiempo? ...
    ... Tal vez unos 3 minutos. Dijo que si salía antes de que comenzara la lluvia, tal vez no lo atrapaba el tráfico… ok, cuídate mucho, gracias. Hasta luego.
    
    Me quede sin decir nada, ella dejo el teléfono en la mesa y… dejo de cubrirse los pechos, nos miramos y se lanzó sobre mí, nos volvimos a besar, dirigí mi boca a sus pezones duros, mordí cada uno suavemente y ella se apretó a mí con fuerza, apreté sus nalgas, recorrí sus piernas, sentí la suavidad de la piel, ella fue nuevamente por mi pantalón, me lo saco rápidamente y quede en bóxer, mi pene imploraba ser libre, sus manos bajaron a mi pantalón, lo soltaron, sentí como sus manos tanteando dentro, sentí cuando sus dedos se encontraron con mi verga, al principio con miedo, pero cada vez más curiosos, más atrevidos.
    
    Me acomodé más en el sofá y ella se sentó sobre mí, mi verga tocaba su espalda baja, mientras sus nalgas se posaban sobre mi vientre y con sus piernas a mis costados, apreté sus caderas y recorrí su cintura y giraba mis manos alcanzando sus nalgas, sus pechos se agitaban frente a mi cara, comenzó a mover las caderas, contoneándose, su vientre se movía en olas, sus pechos me hipnotizaban en su delicado vaivén, sentí sus nalgas topándose contra mi verga, piel con piel separada solo por su prenda y la mía.
    
    Su piel suave, ese tono color canela, la ligera vellosidad que cubría su piel le daba un aire salvaje, una mujer intensa que se ocultaba bajo su seriedad… se alzó sobre sus rodillas y se acomodó nuevamente al ...