1. En tiempos de cuarentena


    Fecha: 03/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro lado del sofá, comenzó a manosearse frente a mí, juntaba sus piernas tapándome la vista, las abrió fugazmente para mostrarme que se estaba mojando, fui hacia ella empezando por besar sus piernas, me encantaba su piel morena y ese brillo de excitación que las cubría, llegue a su entrepierna, ella se frotaba con la mano, fui bordeando con mi nariz por el borde de su prenda, se la quite y fui apartando con mi lengua los dedos de su mano, apareció ante mí su pubis bien formado, una ligera fila de bello lo cubría, formando una línea ancha que se reducía conforme subía, estaba húmeda, podía ver los pliegues que bordeaban la entrada a su fuego interior, alce sus piernas apoyándolas sobre mi pecho, deslizando su prenda muy lentamente, su cara una expresión de placer y deseo y cerraba los ojos cada vez que movía mi cadera haciendo que mi erección rozara sus nalgas.
    
    Abracé sus piernas y mordí sus pantorrillas, recorrí sus muslos, sus rodillas, hasta que saque su prenda por sus pies, seguí moviéndome rozando sus nalgas, ya tenía mi erección bien dura y húmeda, me baje el bóxer y apunte a entre sus piernas, ella hizo un lee sobresalto al sentir la punta rozando entre sus nalgas, la humedad de los dos empezó a crecer…
    
    Separé sus piernas y dejé una siempre en alto sobre mi pecho, así que tenía ahora abierto acceso a su sexo, con las piernas abiertas miraba directamente a sus labios vaginales, brillantes y húmedos; parecía palpitar con cada movimiento de su cuerpo, ella respiraba ...
    ... agitada, su vientre era un movimiento en olas que me hipnotizaba, me llamaba a introducirme y yo lo deseaba.
    
    Comencé a presionar en su entrada, una ola de calor me recorrió el cuerpo hasta llegar a mi cabeza, aun con lo húmeda que estaba ella, sentía como se rozaban sus labios con la cabeza de mi verga, en cada arremetida entraba más y el calor aumentaba y sus gemidos rebotaban en mis oídos y me electrizaban, comenzó a hacer un movimiento de giros, giros sobre la cabeza de mi verga, como puliéndola, nunca había disfrutado algo así. Me sorprendí de que ella sabía cómo apretar sus paredes, con las piernas abiertas, aún tenía su pierna derecha alzada sobre mi pecho y su izquierda apoyada en el suelo.
    
    En cada movimiento presioné más para que mi verga entrara, el roce era fenomenal, sentía su calor en cada arremetida, no dejaba de apretar sus caderas, aunque ya lograba meterle más de la cabeza, arqueaba el cuerpo apoyándose en sus hombros, yo estiraba la mano acariciando su vientre bien templado, alcanzaba sus pechos, agarraba sus pezones duros y erectos.
    
    Aceleré el ritmo y ella me lanzo un largo bufido, me miró retadoramente, sentí más presión en mi verga y le di con más fuerza, sentí el líquido caliente por el roce y el calor de los cuerpos, sentí que ya estaba en mi limite, trate de aguantar, pero en la última embestida… fue un chorro caliente! Ella se arqueó y me apretó con fuerza los brazos! Ahhh!
    
    Los dos estallamos en placer, aguante un rato más en ese estado de ...