1. El mejor viaje a España (P. 2): Lo que el novio se perdió


    Fecha: 07/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos

    ... quieres, pero preferiría comerte esta polla tan bonita que tienes. Te conté que tengo una relación abierta con mi novio.
    
    —Luna, creo que…
    
    No pude terminar la frase, ella se metió mi pene por completo, haciéndome gemir de placer. Comenzó a chuparla un par de veces antes de sacarla por completo y mirarme.
    
    —¿Puedo comerme tu polla? —me dijo con una especie de puchero.
    
    Mi cabeza tan sólo asintió, llevada por el placer que ella me estaba dando.
    
    Luna sonrió y volvió a chupar mi miembro. Primero empezó lento, como disfrutando de un dulce, luego comenzó a aumentar la velocidad. Yo tan sólo podía observar como mi verga desaparecía en su boca. Ella alzaba la mirada mientras continuaba con el movimiento. Pude ver como su mano se dirigía hacia la parte inferior de su ropa interior para masturbarse.
    
    De vez en cuando sacaba mi verga de su boca para sacar la lengua y golpear la punta de mi miembro para luego continuar. En un momento, soltó a mi miembro y se la metió hasta donde pudo. La sensación me hizo soltar un fuerte gemido, se quedó ahí un par de segundos y luego hizo atrás su cabeza para dejar libre mi pene. Mi miembro brincó completamente erecto en el aire, cubierto de su saliva. Un pequeño hilo conectaba sus labios a la punta de mi pene ella sonrió y me miró aun arrodillada.
    
    —¿Sabes? Me imagino a James follando a esa chica en nuestra habitación —dijo ella mientras se levantaba—. Como le come las tetas mientras ella lo masturba.
    
    Luna me dio la espalda e hizo ...
    ... su cabello hacia adelante para dejarme camino libre. Llevado por mis impulsos, desabroche su sostén. Pude ver por completo el tatuaje en su espalda y no pude evitar acariciarle la espalda, siguiendo el contorno del dibujo. Ella se dio la vuelta y abrió los brazos para dejar que el sostén cayera al suelo, dejando ver unos pezones duros y cafés. Al verlos no pude lanzarme hacia ellos y comenzar a chuparlos y mordisquearlos llevado por mi excitación. Luna se rio y abrazó mi cabeza para juntarla más a sus pechos.
    
    Pude sentir de nuevo su mano ir hacia mi pene y yo hice lo propio con su entrepierna. Comencé a acariciar por encima de la tela, estaba recién depilada y podía sentir lo mojada que estaba. Luna se paró ligeramente de puntitas para que pudiera lamer sus pechos sin que tuviera que agacharme tanto.
    
    Los gemidos salían de la garganta de Luna algo apagados, no podía ver su rostro, pero podía adivinar que se estaba mordiendo el labio para evitar que sonaran fuertes. Metí mi mano dentro de la tela y comencé a estimular directamente. Los gemidos se detuvieron y pude escuchar claramente como ella exhalaba varias veces. Sus dedos jugueteaban con mis cabellos, invitándome a que continuara chupando sus pezones y la presión en mi pene indicaba que le gustaba como lo hacía.
    
    Después de un rato, ella se alejó de mí y caminó de espaldas hacia el lavabo, indicando con el dedo índice que la siguiera. Como si fuera su esclavo, la obedecí. Ella se subió al lavabo de un brinco y tomó ...
«12...456...»