El mejor viaje a España (P. 2): Lo que el novio se perdió
Fecha: 07/09/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos
... ligeramente el espejo del baño.
—Oui, oui. alors ne t'arrête pas —decía entre gemidos—. Dame, que rico.
Luna me miraba a los ojos mientras se mordía los labios, luego bajaba la mirada para ver como mi miembro desaparecía dentro de ella. Yo tan sólo podía sentir el calor y la humedad dentro de ella, lanzando escalofríos de placer en todo mi cuerpo.
—Tienes un bello tatuaje —le susurre mientras continuaba bombeando mi herramienta.
—¿Quieres verlo mejor? —me dijo empujándome con la mano.
Salí de ella y se bajó del lavabo para darme la espalda. Inclinó ligeramente el cuerpo, dejándome una hermosa vista de su trasero y de su tatuaje. Ella meneó su trasero un poco, invitándome, tentándome.
Sin pensarlo, me acerqué a ella, apunte mi miembro y de un empujón volví a penetrarla hasta el fondo. Por el espejo del lavabo podía ver la sonrisa de Luna al sentirme de nuevo dentro. Ataque con ferocidad, su trasero chocaba contra mi pelvis con cada embestida y mis ojos no se despegaban del tatuaje en su espalda.
—Oui, oui —decía ella y luego exhalaba con cada penetración.
Alzaba la vista, podía ver las manos de Luna sujetarse con fuerza de la orilla del lavabo y su mirada pegada al espejo. Tenía la boca abierta casi en una perfecta O y podía ver su mirada como disfrutaba verse en el espejo mientras follaba. Acerque mi mano a su cabeza y la tome del pelo para jalarlo ligeramente. Ella me sonrió por el espejo, indicando que le gustaba que lo hiciera.
—Esto fue ...
... lo que se perdió mi novio —me dijo mientras continuaba dándole duro—. ¿Te gusta follarme? ¿Te gusta este coñito que te estás follando?
Yo tan sólo pude asentir. Envuelto en placer.
—Acuéstate, quiero follarte yo también.
Saqué mi miembro de ella y la obedecí. Me acosté en la alfombra del baño y se arrodilló frente a mí. Con agilidad, tomó mi pene y lo apuntó a su entrada, deslizándose lentamente. Cuando llegó al fondo, cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Luego comenzó a mover su cadera en círculos. Se tocó todo el cuerpo, masajeando sus pechos, moviendo su cabello de un lado a otro, casi como un baile mientras continuaba moviéndose encima de mí. Yo solo podía verlo hipnotizado, dejando que su cuerpo moviera el mío. En un instante se detuvo y sus caderas se movieron solas mientras ella volvía a poner los ojos en blanco, señal de que había llegado al orgasmo una segunda vez.
—Que rico follas —me dijo una vez que su cuerpo se dejó de mover—. Creo que mereces una recompensa.
Luna se levantó y estuve a punto de levantarme yo también, pero ella me empujó para dejarme en el suelo, reculó hacia atrás y tomó mi pene con las manos y volvió a metérsela en la boca. Ahora el que empezó a exhalar de placer fui yo, Luna me miraba a los ojos mientras se comía mi verga con celeridad y deseo. Estaba a punto de hacerme llegar.
Con una mano tomé el borde de la tina y con la otra la tomé del cabello. Podía sentir como mi corrida subía desde mis testículos hasta mi ...