1. Reír por no Llorar.


    Fecha: 08/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... amiga de nosequién, que coincidí contigo en el curso de cata que hicieron las bodegas tal…
    
    - ¡Qué fuerte Bea! y ¿él tiro los tejos sin saber que eras su mujer?
    
    - Pues sí.
    
    - Tía, no puedo creérmelo…
    
    - Pues así fue, estuvimos un mes con mensajitos e incluso chateando por internet. Y al final le pedí que quedáramos.
    
    - ¿Para follar? ¡Hostia, no me digas!
    
    - Bueno, no fui tan explícita: para conocernos en persona; para tomar unas copas… pero el tema estaba claro porque le dije que había reservado una habitación de hotel y que podíamos vernos allí, o sea, que más claro agua.
    
    - Y él aceptó, claro.
    
    - Aceptó y se presentó…
    
    - ¡Buah! no jodas que quedaste de verdad…
    
    - Pues claro, no te digo que estaba como los niños pequeños… era capaz de decirme que eso que había escrito por internet no había sido él. Yo pensé: esta vez no te escapas, aquí vamos a hablar claro.
    
    Lola…me estás mirando con una cara… ¡tendrías que verte!
    
    - Es que lo que me estás contando...joder, que no te imagino haciendo todo eso, reserva de habitación en un hotel y presentándote allí... Hija me dejas alucinada.
    
    - Yo tampoco me imaginaba a mí misma haciendo algo así, pero claro, es que tampoco nunca había estado en esa situación y a ver cómo lo resolvía... ¿Tú que hubieras hecho?
    
    - No sé. Creo que tienes razón, parece una locura pero en una situación así... Yo no tengo nada claro como actuaría. Supongo que haría lo mismo que tú, buscarme la vida para averiguar que pasa. Bueno y ...
    ... ¿cómo reacciono él cuándo os encontrasteis?
    
    - Yo lo estaba esperando en la habitación. Cuando llamo a la puerta y fui a abrirle, te puedes imaginar la cara que puso. Estaba allí de pie, vestido de domingo y con un ramo de flores en la mano. Se quedó con la boca abierta. No entendía nada.
    
    Yo le dije pasa, pasa, no te quedes en la puerta que tenemos una cita...
    
    Me fui para dentro y me senté en la cama a esperarlo.
    
    Tardó casi un minuto en entrar, venía con miedo, como asustado, sin acabar de comprender la situación o más bien, como se había visto en ella.
    
    - Y tú ¿cómo reaccionaste?
    
    - Mira, es que te no te lo vas a creer, pero me partí el culo de risa…
    
    - ¿Que te dio la risa?
    
    - Sí, jajaja. Es que era tan cómico. Tenías que haberlo visto allí, de pie, sin saber a dónde mirar con el ramo de flores en la mano, y sobre todo, la facha que tenía... Bueno, supongo que fueron los nervios y la tensión, pero es que me dio por reír.
    
    - Reír por no llorar, claro.
    
    - Si, eso, tú lo has dicho: reírme por no llorar.
    
    - Jajaja perdona, pero es que no puedo evitar imaginarme su cara: vaya situación.
    
    - Hay que ver, míranos: mi marido siendo infiel y las dos aquí descojonadas…
    
    - Bueno, técnicamente hablando, no llegó a ser infiel, no pudo acostarse con ninguna otra. ¿Sabes? creo que hiciste bien adelantándote: se ha llevado el corte de su vida, seguro que ahora se lo piensa dos veces antes de hacer el tonto.
    
    - Bueno, la verdad es que desde entonces está bastante ...