El Ayudante (Cap. 2): De entrada Seungyeon, de cena Yeeun
Fecha: 21/09/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: JoKe316, Fuente: CuentoRelatos
... para hablarle frente a frente.
“… Yeeun,” Descansó una mano sobre el elegante y moderno escritorio, dando unos pasos para rodearlo y quedar a un lado del mismo, con la mirada de la atractiva rubia clavada en él, siguiendo cada uno de sus movimientos. “Primero que nada, quiero que entiendas algo.” Y volvió a dar par de pasos más para acercarse a ella. Y ella volvió a encararlo sin retroceder, aunque la obvia diferencia de estatura y musculatura entre ambos fuera evidente al estar tan cerca. Pero era la primera vez que lo notaba. “Todo lo que he hecho es para ayudar a Seungyeon. Quiero ayudarla a quitarse las tensiones, quitar algo del peso que carga como la líder del grupo. Quiero que conmigo pueda relajarse y sentirse bien.” Su mirada se había tornado fría y seria, cosa que hizo recorrer un ligero escalofrío por la espalda a la rubia. Su tono de voz también había cambiado, dejando atrás la amabilidad para hablarle con una firmeza que nunca jamás había escuchado de nadie más, ni siquiera de sus jefes o sus padres. “Ella y yo nos hemos vuelto muy cercanos, sí. Me he vuelto cercano con ella y con todas las demás miembros.”
“¿Qué?”
“Con todas, menos contigo, Yeeun. Tú sigues siendo demasiado obstinada, demasiado distante.” Se acercó un paso hasta ella, y esta vez la rubia estaba petrificada como para moverse. “No quieres que te ayude como a las demás, y eso, francamente, me lastima.”
Y, de nuevo, el fuego volvió a encenderse en los ojos castaños de la rubia. “¿Qué ...
... mierdas dices?” Su angelical cara se arrugó en un gesto de completo disgusto. “Eres un cínico. Un maldito cerdo.” Casi escupió esas palabras, separándose de él para encarar a la puerta. “Me largo de aquí, será mejor que-… ¿Qué haces?” Pero se detuvo, cuando el Ayudante se movió más rápido que ella, más rápido de lo que esperaría de un hombre de ese tamaño, ubicándose frente a la puerta y trabando con seguro la misma. Fue entonces cuando el pequeño pero curvilíneo cuerpo de la Idol volvió a temblar, aunque esta vez no de rabia.
“Yeeun, te lo dije. No nos iremos de aquí hasta solucionarlo todo, tú y yo.”
“No digas… No hagas estupideces, idiota, y quítate del camino.” Arrugó el puente de su fina nariz, mirándolo con cierto miedo, pero intentando mantener esa fiereza.
“¿Por qué? ¿A dónde piensas ir?” Volvió a caminar hasta ella, y esta vez ella retrocedió, apoyándose contra el escritorio. “Yeeun, no sé qué es lo que piensas ir a decir allá fuera, a tu jefe o a las autoridades. Pero te pido que lo pienses bien. Piensa en tus miembros, en tu grupo.”
“¿Acaso estás, estás jugando conmigo?” Con incredulidad en sus ojos, la orgullosa rubia se movió hacia él, devolviendo la firmeza a sus movimientos. “¿Crees que voy a dejarte hacer con ellas lo que quieras? Estás enfermo. Más enfermo de lo que pensé.”
“Yeeun, lo que sea que vayas a intentar decir, ¿No ves como algo así podría afectar a Seungyeon? La prensa estallaría. Todas las miembros se verían afectadas. No habría vuelta ...